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Las proyecciones de las estaciones de servicio señalan una desaceleración de la demanda del 2 por ciento; salvo YPF, que ofrece los productos más baratos del mercado, el resto de las marcas se vieron afectadas. Inciden los aumentos de precios y el menor movimiento de la economía
El año arrancó con cambios intensos. Ya en los primeros días de enero el Gobierno aplicó una devaluación superior al 20 por ciento, medida que impactó directamente sobre el costo del barril de crudo, principal insumo de las petroleras. Sin vacilar, Shell reaccionó con una suba del 12 por ciento en surtidor, lo que obligó al Gobierno a acordar con las empresas para contener la escalada, sin demasiada suerte: en apenas un cuatrimestre las naftas y gasoil se ajustaron un 25 por ciento.
Este aumento al público, al combinarse con el freno que vive la economía, desató una desaceleración del crecimiento del consumo de combustibles, indica Martín Chada, presidente de la Cámara de Expendedores de San Luis, en base a un relevamiento realizado en la zona.
“Abril es un mes atípico; en la primera semana cayeron las ventas un 12 por ciento, en términos de mercado, se estabilizó en la segunda semana y repuntó en Semana Santa”, explicó. El saldo asegura que es negativo: “estaríamos cerrando el mes con una caída del 2 por ciento”.
Chada precisa que en las bocas de expendio de YPF no se percibe la misma tendencia por el interés de los automovilistas de ahorrar más de un peso por litro de nafta. Los operadores del resto de las marcas, en cambio, notan bajas de hasta un 30 por ciento en la facturación, dependiendo de las condiciones de competencia.
Por lo lento que avanzan las mejoras en la producción de refinados, las expectativas tampoco dan cuenta de un reacomodamiento en el futuro. Chada explica que “por el peso de las importaciones de combustibles” será prácticamente imposible frenar las actualizaciones de las pizarras. Todo hace indicar que concluyendo 2014 los productos superarán los 15 pesos.
“Habrá que ver que políticas instrumentará el Gobierno cuando venza el acuerdo con las petroleras en mayo”, relativizó el dirigente. En su opinión “es necesario revisar el esquema” y difundirlo públicamente para generar previsibilidad y estabilidad en el negocio.
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