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Analistas del sector coinciden en que si bien la reducción del IPC es una señal positiva para la economía, no se traducirá en una caída del valor de la nafta y el gasoil.
A pesar de la desaceleración en la inflación registrada en enero, que marcó un 2,2 por ciento mensual y un 84,5 por ciento interanual según el último informe del INDEC, el mercado enfrenta un panorama aún incierto respecto a los precios de los combustibles.
Así lo planteó el exsecretario de Energía Emilio Apud en diálogo con surtidores.com.ar, quien explicó que la dinámica del mercado de los hidrocarburos no está atada a la inflación y que su valor depende de múltiples factores.

“El costo comienza con el valor del barril que ingresa a las refinerías; luego se suman otros rubros como la refinación, los impuestos, la incidencia de los biocombustibles y los gastos de comercialización en las Estaciones de Servicio. De todos estos elementos, la inflación solo impacta directamente en la carga impositiva, cuya influencia en el precio final es menor“, sostuvo.
En este contexto, el especialista comentó que los estacioneros deben enfrentar una estructura de sostenimiento de los negocios que no da tregua. Según Apud, la carga impositiva sobre los combustibles sigue postergada, pero cuando se actualice, podría derivar en nuevos aumentos. Además, recalcó que la regulación de los biocombustibles impone otro desafío en la ecuación de precios.
Si bien el tipo de cambio planchado con el nuevo esquema de “crawling peg” podría brindar cierta estabilidad, Apud advirtió que el mercado local sigue dependiendo del precio de referencia del crudo Brent, menos las retenciones, lo que limita cualquier efecto positivo que la baja de inflación pueda tener en los surtidores. “El mercado necesita transparencia y competitividad para evitar la cartelización y la injerencia estatal en los precios, debido a la composición desigual del ámbito del retail”, señaló.

Para las bocas de expendio, la clave radicará en la capacidad de administrar eficientemente sus costos y diversificar su oferta de productos y servicios. “En un contexto donde los precios difícilmente bajen, la rentabilidad de cada establecimiento dependerá en gran medida de su gestión operativa”, enfatizó Apud.
El exfuncionario concluyó en que aunque la inflación dé un respiro en el bolsillo de los consumidores en otros rubros, el precio de los combustibles seguirá su propia lógica.
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