Por ahora en Argentina los puntos de recarga para autos eléctricos son cosa del futuro

Reino Unido con 5.067; Holanda, 4.595; Francia, 2.458;  Alemania, 2.033 e Irlanda, 1.280, son los países de Europa con la mayor cantidad de puestos de recarga para vehículos eléctricos. Estados Unidos y Japón también cuentan con miles mientras que más cerca nuestro, Brasil, Chile y Colombia tienen los suyos.

Es que por sus virtudes medioambientales el auto eléctrico es una realidad que se impone en todo el mundo. Quizás no del modo vertiginoso que auguraban sus impulsores algunos años atrás pero si a paso firme. Según fuentes especializadas, la morosidad se debe a que los consumidores no compran más porque apenas hay estaciones de servicio para cargar.

En los principales países del planeta su implementación es política de Estado. El Parlamento Europeo, por ejemplo, afirma que “si circularan más coches eléctricos se reducirían las emisiones de CO2 y la contaminación en las ciudades”. En ese sentido sancionó normas que exigen a cada miembro de ese continente que ponga en marcha un número mínimo de estaciones hasta 2020.

Esta tendencia si bien muy lentamente, también comenzó a replicar en la región. En Santiago de Chile Petrobras instaló la primera, en Bogota hay funcionando una a modo experimental mientras que en Brasil las “electrolineras” son cada vez más frecuentes. Estos países se encuentran a la vanguardia del cambio tecnológico, sustentados por una industria automotriz que trabaja para presentar al mercado coches de este tipo cuanto antes.

Argentina sin embargo, aun está lejos de posicionarse en este estadio. Ni las compañías petroleras ni emprendedores privados tienen en carpeta apuntar al menos por ahora a este segmento, a excepción del Arquitecto Miguel Ángel Bravo, titular y creador del primer citycar eléctrico argentino para dos personas, que brega incansablemente para instaurarlo aunque con pocos resultados.

YPF cuenta con una compañía de desarrollos tecnológicos Y-TEC orientada a desarrollar energías alternativas de modo de contribuir con el crecimiento sostenido de la industria energética nacional. Según precisaron, por el momento no trabajan en iniciativas de esa índole. En la misma línea se encontraría el resto de las empresas, razón por la cual se puede intuir que en nuestro país, el auto eléctrico al menos por ahora, es cosa del futuro.