La disputa por los cupos de gasoil: estaciones de servicio vs distribuidores

Históricamente las bocas de expendio rurales garantizaban a las empresas de transporte, de la industria y del agro, todo el combustible que necesitaban para realizar las actividades. Durante la época de la cosecha, los proveedores ajustaban los cupos a la red de manera que se pueda responder a las necesidades de los clientes.

Esta situación fue cambiando con los años, sobre todo a partir de los 90, cuando YPF en manos de Repsol creó una canal directo a los puntos de consumo y aparecieron los distribuidores mayoristas, en representación de la marca que los suministra.

De a poco, y con el consentimiento de las autoridades, estos dos competidores fueron ganando terreno frente a las estaciones de servicio, al punto de que actualmente hay locales del interior que prácticamente están abocados pura y exclusivamente a los vehículos particulares. Lentamente, los operadores se fueron desprendiendo de los medios de transporte para llevar el gasoil a los campos.

Luis Malchiodi, presidente de la Federación de Entidades de Combustibles de la Provincias de Buenos Aires (FECOBA) denuncia que “los canales mayoristas compiten deslealmente en el mercado”. Asegura que “generalmente son operadores privilegiados de una petrolera que consiguen que le den cuota, personas que tienen algún amigo en la empresa”.

Actualmente reconoce que “para algunos locales al momento de la cosecha se agrega una demanda adicional de entre un 25 y 30 por ciento”. Pero aclara que se trata sólo puestos estratégicamente ubicados, en zonas agrarias, que conocen de cerca a los productores sojeros.

Por eso, el dirigente insiste en impulsar una nueva ley de comercialización de los combustibles que permita terminar con la concentración de los despachos en manos de los proveedores. El año pasado funcionarios del Ministerio de Economía conocieron la propuesta presentada por el Diputado del Movimiento Popular Neuquino, José Brillo, que prohíbe a las petroleras participar del negocio minorista, pero sin embargo el proyecto quedó cajoneado en el congreso.