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En el sector consideran que se debe a la tendencia de los operadores de incorporar surtidores de GNC, lo que obliga a contratar más personal. Explican que las bajas son de comercios pequeños, manejados por familias, mientras que las aperturas relevadas muestran otra cara: son grandes, con importante capacidad de despacho y de última tecnología
De acuerdo a datos de las cámaras empresarias en febrero del año pasado se registraban 4429 locales, 22 más que al concluir octubre (4407). De estas bajas generales del mercado siete corresponden a bocas blancas, las más perjudicadas por los problemas de rentabilidad. Respecto de las provincias que mostraron un crecimiento se destacan: Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
Sorprendentemente, este desempeño negativo no es extensivo a la cantidad de personas que emplea la actividad. Desde el Sindicato de Petroleros de Córdoba (Sinpecor) aseguran que “desde hace años nos mantenemos con 8400 afiliados”. ¿Cuál es la razón? Los establecimientos que cierran son de baja escala y antiguos, en su mayoría heredados de generaciones anteriores que no pudieron actualizar las instalaciones conforme a los estándares de calidad que exigen hoy los consumidores. Se trata por lo general de comercios sin bandera, que cuentan con pocos trabajadores y en algunos casos no abren por la noche.
Los que se instalan, por el contrario, ofrecen combustibles líquidos y GNC, poseen varios surtidores, presentan mini mercados con muchas mesas y gran variedad de productos, incluso con elaboración propia, por lo que requieren de gran cantidad de empleados. Si bien las altas son menores a las bajas, alcanzan para sostener los puestos de trabajo.
Por otra parte, una buena parte de las estaciones que históricamente se dedicaron al expendio naftas y gasoil adicionaron gas en su oferta para mejorar los márgenes de ganancia. Desde el Sinpecor explican que en Córdoba, la provincia, donde más crece esta industria, se contratan nuevos operarios para atender el nuevo rubro.
Este proceso se refleja a nivel nacional y no parece encontrar fin. Todas las petroleras están poniendo atención a sus puestos de venta, potenciando los que interesan y retirando la bandera a los que no encajan con los parámetros de calidad e imagen. Con el correr de los años, es de suponer que sólo quedarán vigentes las estaciones más vistosas y mejores ubicadas.
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