Los últimos aumentos en los precios que sufrieron las naftas y el gasoil potenciaron la diferencia con el Gas Natural Comprimido, que a todas luces se muestra cada vez más conveniente para el bolsillo de los automovilistas. En algunas provincias la brecha es de 5 a1 a favor del GNC, siendo este un argumento imposible de esquivar a la hora de definirse por la conversión vehicular.

Al respecto, Eduardo Bajlec, ex dirigente y reconocido por su trayectoria en el sector de las estaciones de servicio, asegura que el contraste del mercado de combustibles favorece el traspaso, lo que augura una tasa de crecimiento de la demanda de GNC. Explica asimismo que “el Gobierno esta dando buenos incentivos para la producción de gas natural -así lo demuestran no los números de producción- que tendrán sus resultados en mediano plazo”.

En este escenario admite que también se hace interesante la alternativa GNC para el transporte de carga. “El costo del gasoil ya es similar al de las naftas”, puntualiza para justificar la conveniencia de que los camiones y colectivos se pasen al gas. Este segmento, que ya ha comenzado a imponerse en algunos corredores del país, podría extenderse debido a la conveniencia económica que resulta de su utilización.

La inversión para incorporar un motor a gas se amortiza rápidamente. Se ahorra $1,50 por kilómetro, que se traduce en $22.500 por mes. Todo ello sin contar el beneficio medioambiental que provoca la utilización del GNC que reduce hasta un 30 por ciento la huella de carbono.

“Es por todo esto que veo un escenario bueno para las estaciones de GNC”, pronostica Bajlec, aunque destaca que el éxito va de la mano de los servicios adicionales. “Siempre y cuando tengan dualidad de productos y posean minimercado”, aclara el empresario.