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La compañía cumple su sexto aniversario en el país con más de 100 estaciones en 15 provincias. Con el respaldo de DeltaPatagonia, se posiciona como un actor clave en el mercado argentino de combustibles, apostando a la innovación, la cercanía y la profesionalización de los operadores.
El 4 de julio de 2019 marcó un hito en la historia del mercado de combustibles argentino. Ese día se inauguró en la Ciudad de Buenos Aires la primera estación de Gulf, de la mano de DeltaPatagonia S.A., dando inicio a una expansión que, seis años después, ya abarca más de 100 puntos de venta en 15 provincias. Con sus característicos colores azul y naranja, la marca se consolidó como una alternativa sólida en un sector cada vez más competitivo, combinando el prestigio global con una fuerte impronta local.
“Nosotros apostamos cuando arrancamos en traer una marca internacional”, recordó Eduardo Torras, gerente general de DeltaPatagonia, durante la última Cumbre de Estaciones de Servicio. Esa apuesta se tradujo en una estrategia que buscó posicionar a Gulf como un jugador relevante en el escenario nacional, confiando en el valor simbólico que las marcas de trayectoria despiertan en el consumidor argentino. “Creo que el argentino le da mucho valor a la marca. Por algo, la Argentina es uno de los países con mayor penetración de combustibles premium en la región y en el mundo”, afirmó.

La construcción de la red Gulf en el país se apoya en tres pilares fundamentales: el respaldo de una marca global con fuerte presencia en el automovilismo; la profesionalización de los operadores a través de un sistema de gestión moderno; y una propuesta de valor competitiva y flexible, tanto en precio como en logística.
“La marca Gulf está en más de cien países, presente en la Fórmula 1 y el MotoGP, y el consumidor la asocia con calidad”, señaló Torras. Esa presencia internacional, sumada al reconocimiento visual de su identidad, potencia el posicionamiento de la red en los grandes centros urbanos. Pero también cumple un rol decisivo en el interior del país, donde la confianza del cliente y la reputación del operador son determinantes. “En el interior, el operador muchas veces es conocido por su nombre propio, y tener detrás una marca internacional le da un respaldo inmediato”, añadió el ejecutivo.
Más allá del crecimiento territorial, Gulf se distingue por su innovación en la experiencia de cliente. Las tiendas Gulf Store y el café Reviva se convirtieron en símbolos de cercanía y servicio diferencial, mientras que las promociones, como #PromoMotorizados y La Promo del Siglo, refuerzan la conexión emocional con los consumidores. Paralelamente, la marca mantiene viva su pasión por el automovilismo, acompañando al Pradecon Racing en el Turismo Carretera, una asociación que fortalece el vínculo entre su herencia deportiva y el público argentino.
El segundo eje de la estrategia de DeltaPatagonia se centra en la capacitación y profesionalización de los equipos. “El partido se va a jugar en la atención al cliente, y más en los años que vienen, que son hipercompetitivos”, advirtió Torras. Para eso, Gulf Argentina desarrolla programas de formación continua, como el Programa Identidad Gulf, que lleva tres años en marcha y aborda la experiencia integral del cliente tanto en playa como en tienda.

A ese esquema se suman herramientas de gestión que marcan un diferencial en el sector: clientes incógnitos, tableros de control y análisis FODA individual por empleado, un nivel de seguimiento que apunta a elevar los estándares de servicio en toda la red. “La profesionalización no es solo una tendencia, es una necesidad. Queremos que cada operador sea un embajador de la marca y que cada estación ofrezca una experiencia homogénea y de calidad”, resumió el ejecutivo.
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