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El formato de comida rápida con atención directa al automóvil gana terreno en el país como negocio complementario para los operadores independientes. Permite atraer nuevos clientes, fidelizar a los habituales y sumar ingresos sin interferir en la actividad principal del surtidor.
La competencia en el mercado de combustibles se volvió más exigente para las estaciones independientes, que deben buscar nuevas fórmulas para sostener su rentabilidad frente a las grandes marcas integradas. Una de las opciones que empieza a consolidarse con fuerza es la incorporación de franquicias gastronómicas “al paso”, especialmente de hamburguesas, que aprovechan el flujo constante de vehículos y la comodidad del servicio sin bajarse del auto.
Este formato, inspirado en los clásicos “drive-thru”, combina rapidez, practicidad y una experiencia moderna de consumo. Para los empresarios del rubro, representa una forma sencilla de diversificar la oferta y atraer a un público más amplio, integrando la propuesta gastronómica a la rutina cotidiana del automovilista.

Fernando Leguizamón, gerente comercial de John’s Burgers, sostuvo que las estaciones “reúnen condiciones ideales para desarrollar este tipo de propuestas: tránsito permanente, comodidad para el conductor y un cliente que valora la rapidez”. Según explicó, el modelo de atención directa al vehículo se adapta perfectamente a los hábitos actuales, donde el tiempo y la inmediatez definen las decisiones de consumo.
El empresario añadió que el formato “al paso” no solo resulta eficiente por su baja estructura operativa, sino que además mejora la experiencia del usuario. “No se trata de competir con las tiendas de conveniencia tradicionales, sino de complementarlas, ofreciendo una alternativa fresca, ágil y moderna”, señaló.

Leguizamón sugirió que los operadores tienen la opción de sumar estos espacios gastronómicos como complemento a su negocio principal, generando ingresos adicionales y fidelizando clientes. Muchos usuarios que se acercan al surtidor para comer algo pueden aprovechar descuentos en combustibles, lubricantes u otros productos, lo que incrementa el volumen de ventas general.
La instalación de módulos gastronómicos también puede revitalizar puntos de venta con baja circulación o ubicados fuera de los grandes centros urbanos. Para las estaciones sin bandera, significa una manera efectiva de diferenciarse, ofreciendo un servicio atractivo y de calidad sin depender de contratos con petroleras.
“Las hamburguesas al paso se están convirtiendo en un modelo de negocio que llegó para quedarse. Para las estaciones blancas, puede ser la puerta de entrada a un nuevo público y una herramienta eficaz para enfrentar los vaivenes del mercado, ofreciendo algo más que combustible: una experiencia completa y atractiva al volante”, concluyó Leguizamón.
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