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El exvicepresidente de Asuntos Externos de Esso en Argentina y referente histórico del downstream, Tomas Hess, analizó la evolución del negocio y proyectó el futuro del sector. Con más de tres décadas en la industria, destacó el salto tecnológico en las Estaciones de Servicio, la profesionalización en la gestión y el papel central de las tiendas de conveniencia.
En el mercado de los combustibles, Tomás Hess es un nombre de peso. Con una trayectoria de más de 30 años en la industria energética y una extensa experiencia en el downstream, supo ocupar la vicepresidencia de Asuntos Externos de Esso Argentina, además de distintos cargos ejecutivos vinculados a la comercialización, logística y planificación estratégica. Durante más de 15 años trabajó de cerca con el negocio de las Estaciones de Servicio, lo que lo convirtió en un referente habitual en cámaras empresarias, foros sectoriales y medios especializados.
En diálogo con surtidores.com.ar durante la Oil & Gas 2025, Hess aseguró que el mercado cambió radicalmente respecto de su época como operador. “Lo veo mucho más avanzado. Simplemente uno recorre las calles o las rutas y se da cuenta que estamos comparado con un 2015 o 10 años anteriores. Hoy las empresas ya saben desde la pantalla de control cuánto combustible se está vendiendo”, señaló.

El ejecutivo puso el acento en la tecnología aplicada a la gestión y el diseño de las estaciones. “La comodidad, la competitividad y la oferta de servicios complementarios crecieron notablemente. YPF ya está evaluando y testeando la carga nocturna en horarios de baja demanda. También se compite con las mejores marcas en las tiendas de conveniencia, donde se ofrecen productos de primera línea”, indicó.
Consultado sobre el futuro, el ejecutivo no dudó en plantear un horizonte disruptivo. “Teóricamente vamos hacia la automatización total, y mirando más adelante, quizás a la robotización. Algunos dirán que estoy loco, pero la tecnología avanza a una progresión geométrica. Hay que mirar siempre 10, 15 o 20 años hacia adelante”, afirmó.

Al mismo tiempo, resaltó que el sector dejó atrás problemas estructurales de décadas pasadas. “No tenemos más las famosas colas de mi época, cuando escaseaban los combustibles y aparecían sobreprecios. El mercado está mucho más desregulado y más acomodado al mismo tiempo”, reflexionó.
Finalmente, Hess ofreció una definición sobre el contexto general: “La economía ha cambiado y va a cambiar, no importa la política. Lo importante es que el sector sepa adaptarse, porque el consumidor demanda cada vez más servicio, calidad y eficiencia”.
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