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El esquema de actualización dinámica que impulsa YPF abre un escenario inédito en las Estaciones de Servicio: innovación tecnológica y nuevas formas de fijar precios conviven con la demanda de los usuarios por mayor previsibilidad.
En los últimos meses, YPF comenzó a desplegar una estrategia de precios más flexible, que se apoya en la digitalización y en el uso de inteligencia artificial para ajustar los valores de los combustibles con mayor frecuencia. La iniciativa se enmarca en una tendencia global que busca optimizar la rentabilidad de las Estaciones de Servicio y adaptarse a los nuevos patrones de consumo.
Desde la visión económica, la especialista en consumo masivo Carolina Suárez, explicó a surtidores.com.ar que los llamados “microprecios” permiten adecuar la oferta a distintos momentos del día y reflejar variables del mercado en tiempo real. “Lo que busca YPF es acompañar la transición del negocio con herramientas que ya son habituales en otras industrias y que permiten mejorar la competitividad del canal”, sostuvo.
Para las Estaciones de Servicio, el sistema implica un paso hacia la modernización comercial, al tiempo que las prepara para un escenario en el que la transición energética y la diversificación de servicios serán cada vez más relevantes. Sin embargo, para los consumidores, este cambio también les genera inquietudes.

Así lo consideró, el diputado nacional mandato cumplido y titular de Fuerza Protectora, José Luis Ramón, quien señaló que la innovación no puede pasar por alto garantías constitucionales.
“La innovación, las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial y todos estos métodos que van a simplificar la manera en que los proveedores de productos o de servicios podrán vender, tiene por encima el mandato constitucional que les exige que a los consumidores se nos dé una información adecuada, clara, eficaz, efectiva y anticipada para que podamos elegir”, expresó en diálogo con este medio.
En ese sentido, advirtió que las variaciones de precio en lapsos breves de tiempo podrían derivar en situaciones confusas para los automovilistas. “Si pretenden cambiar el precio durante varias veces en el día, como ya lo está haciendo la empresa, van a haber problemas porque los usuarios tenemos derecho de saber cuánto cuesta el combustible antes de ingresar a la Estación de Servicio, no nos pueden cambiar la pelota una vez que ya hemos cargado”, remarcó.
La cuestión legal se vuelve central en este escenario. Para las asociaciones de consumidores, el desafío no es la tecnología en sí misma, sino la forma en que se garantiza transparencia y previsibilidad. El derecho a la información adecuada y anticipada, recuerdan, es una condición esencial en cualquier acto de consumo.
En el plano empresarial, se reconoce que este esquema de microprecios podría replicarse en otras petroleras y consolidarse como un estándar del sector. “Pero para que la transición sea exitosa, será clave que los usuarios perciban el sistema como una mejora y no como una fuente de incertidumbre”, subrayó Suárez.
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