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Gracias a un modelo de formación que utiliza tecnología inmersiva para enseñar RCP y uso de extintores, el personal incorpora habilidades clave con mayor efectividad, rapidez y compromiso.
La seguridad operativa en Estaciones de Servicio siempre fue una prioridad, pero ahora dio un salto de calidad gracias a la tecnología. El uso de realidad virtual para capacitar a los trabajadores en el manejo de extintores y en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) se está consolidando como una herramienta clave en la formación del personal, permitiendo experiencias inmersivas que combinan efectividad, ahorro y conciencia preventiva.
Desde el sector coinciden en que el entrenamiento tradicional comenzaba a mostrar limitaciones, especialmente frente a los desafíos actuales de respuesta rápida ante incendios o emergencias médicas en plena vía pública o dentro de la playa de carga. En ese sentido, el nuevo esquema de simulación virtual ofrece beneficios concretos: retención de conocimientos más alta, repetición sin riesgos y adaptación a los distintos perfiles de empleados.

“La realidad virtual permite una participación activa y comprometida de los trabajadores. A través de simulaciones de 360 grados, pueden interactuar con situaciones límite sin correr riesgos reales. Esto eleva no solo su confianza sino también su capacidad de reacción”, explicó a surtidores.com.ar la licenciada en Seguridad e Higiene, Silvana Castiglione, impulsora de esta modalidad de formación.
Los contenidos abarcan desde el uso adecuado de los distintos tipos de extintores hasta la ejecución correcta del RCP frente a una parada cardiorrespiratoria. Todo esto, en un entorno simulado que imita con realismo los escenarios críticos a los que pueden enfrentarse quienes trabajan en una Estación de Servicio.
La aplicación de realidad virtual también permite estandarizar la capacitación a nivel nacional, adaptando los contenidos a normativas locales o necesidades específicas, algo que resulta fundamental para una red que combina pequeñas estaciones familiares con grandes puntos de expendio de combustibles.
Otro de los aspectos valorados por las empresas del sector es el ahorro operativo: no se requiere desplazar personal, montar escenarios reales ni contar con equipamiento físico costoso. “Además del beneficio técnico, hay un cambio cultural: los trabajadores sienten que están formándose con una tecnología de punta y eso los motiva a involucrarse más profundamente en los protocolos de seguridad”, destacó Castiglione.

Por eso, en un contexto donde la eficiencia, la previsión y la preparación pueden hacer la diferencia entre un susto y una tragedia, la incorporación de herramientas como la realidad virtual marca un antes y un después para la seguridad integral de las estaciones.
“Capacitar con realidad virtual no es solo una evolución metodológica: es una decisión estratégica que transforma la cultura de la prevención”, concluyó la formadora profesional.
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