Para las empresas, el ajuste del 5 por ciento en el precio de los combustibles no alcanzó a cubrir el impacto del crudo y los costos

Las empresas del sector de combustibles aseguran que el reciente aumento del 5 por ciento aplicado durante el fin de semana del 21 de junio no alcanzó para cubrir el alza de los costos que enfrentaron en los últimos dos meses, impulsada fundamentalmente por el encarecimiento del petróleo crudo, el tipo de cambio oficial y los biocombustibles. Según fuentes del mercado, aún persiste un atraso de al menos el 5 por ciento promedio en los precios de venta al público.

Entre el 1 de abril y el 20 de junio, el precio de los combustibles en surtidor —medido neto de impuestos— tuvo una evolución neutra. Es decir, hubo leves subas y bajas que se compensaron entre sí, dejando el mismo valor final que al inicio del período. Incluso considerando el incremento de impuestos a los combustibles, la suba de punta a punta fue apenas del 1 por ciento, lo que pone en evidencia que durante gran parte del segundo trimestre las petroleras absorbieron los incrementos de sus costos sin trasladarlos a los consumidores.

Nuevo aumento de combustibles: las petroleras aplicaron una suba del 5 por ciento en todo el país

Puma fue la primera en actualizar sus precios este sábado, y poco después se sumaron Shell y AXION. En cambio, YPF decidió, al menos por ahora, no acompañar el incremento. El ajuste se da en un contexto internacional marcado por la suba del precio del petróleo, impulsada por las tensiones geopolíticas en Medio Oriente.

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Durante ese lapso, cuatro variables claves se movieron en simultáneo en dirección ascendente: el tipo de cambio oficial aumentó un 10 por ciento aproximadamente, el precio del biodiésel (FAME) escaló un 7 por ciento, el etanol un 2,5 por ciento y los impuestos específicos un 1,3 por ciento medidos en relación al precio final. Sin embargo, el componente más determinante fue el precio internacional del Brent, que tras situarse en torno a los 60 dólares por barril en mayo, trepó hasta los 79 dólares en los últimos días de junio, producto de una fuerte volatilidad asociada al agravamiento del conflicto en Medio Oriente.

Ese salto del 20 por ciento en apenas 20 días impactó directamente en el costo de producción y refinación local, pero también en el precio de las importaciones de naftas y gasoil que se requieren para abastecer la demanda, ya que ambos están atados a la cotización del petróleo.

Ya se aplica la derogación de la normativa que obligaba de informar cambios de precios de combustibles en tiempo real

La reciente modificación en los surtidores de las Estaciones de Servicio ya no aparece registrada en la plataforma oficial que centralizaba la información sobre valores de las naftas y el gasoil.

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A pesar de ello, las compañías mantuvieron los precios hasta que el crudo tocó su valor máximo. Recién entonces Puma, Shell y Axion aumentaron 5 por ciento en los surtidores, que desde el sector describen como una medida “parcial, prudente y razonable” en función de la volatilidad internacional y el impacto potencial en el poder de compra de los consumidores, mientras que YPF continúa sin modificar sus pizarras, generando una brecha pronunciada en el mercado.

Desde una de las empresas consultadas por este medio reconocieron que el ajuste fue insuficiente frente al incremento acumulado de costos, pero afirmaron que están monitoreando el comportamiento del Brent, que en los últimos días retrocedió a valores cercanos a los 68 dólares por barril.