En Córdoba llenar el tanque cuesta 10 por ciento más que en otras provincias

A partir de la entrada en vigencia de una tasa vial que grava todos los combustibles, las bocas de expendio de la provincia de Córdoba aplicaron modificaciones en su estrategia comercial a los fines de mantener el nivel de facturación previo a la implementación de la medida.

Tal es así que muchas estaciones independientes o sin bandera ofrecen el litro de nafta súper al mismo precio que YPF: $7,14 el litro. En lo que respecta a la Ultra, las bocas de Shell también se posicionaron a la par de la petrolera estatal, ofreciendo el producto a $7,89. Los surtidores de Petrobrás, en tanto, se distanciaron en 50 centavos y se colocaron a 8,399, lo que le permitió ubicarse como la marca más cara.

En los puntos de venta Esso, que es una marca que desde varios años se estableció en valores intermedios a los de YPF y Shell, se comercializa la nafta súper a $7,14, la Premium en 7,94 y el Gasoil D500 a 6,59.

Con estos valores, cargar un tanque de 50 litros con nafta súper cuesta como mínimo 357 pesos, ya sea en YPF o en algunos comercios blancos.  Ahora bien, si el auto es de alta gama y debe cargar Premium, la cuenta asciende a 394,50, ya que el litro más económico se consigue a 7,89 también en YPF.

En lo que respecta al gasoil las compañías posicionaron los precios en cifras similares a las de otras provincias aledañas, como Santa Fe, Buenos Aires, Santiago del Estero, Catamarca, La Pampa, Chaco, La Rioja y San Luis, para evitar que las empresas de transporte compren en bocas de otras zonas, donde no rige la tasa vial.

Por eso, los dueños de las estaciones remarcaron en una proporción mayor las naftas, a modo de compensar las ventas perdidas de gasoil. Por lo general este producto representa entre el 60 y el 80 por ciento de la facturación mensual en los comercios ruteros.

Sin embargo, expendedores que están ubicados en la frontera denuncian que desde la implementación del impuesto las ventas bajaron en aproximadamente un 30 por ciento. En algunos casos los empresarios resignan parte de la bonificación que reciben – oscila entre el 8 y 14 por ciento –  para mantener las pizarras acordes a la competencia.