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Pese a que el consumo en los surtidores mostró dos meses consecutivos de subas, los estacioneros advierten que el escenario sigue siendo crítico.
La Secretaría de Energía informó un incremento del 2 por ciento interanual en el consumo de combustibles durante abril, continuando con la suba del 0,8 por ciento registrada en marzo. Sin embargo, desde el sector expendedor minorista la lectura de la situación es menos alentadora.
Al respecto, desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines reconocieron que, si bien hay una tenue mejora en los volúmenes vendidos, la rentabilidad de las Estaciones de Servicio continúa en niveles alarmantemente bajos.

Carlos Gold, uno de los referentes de la entidad, explicó en diálogo con surtidores.com.ar que “los ingresos de las estaciones dependen pura y exclusivamente del precio, que todavía está pisado —e inclusive en algunos casos, con tendencia a la baja—; mientras se mantenga este escenario con costos crecientes, obviamente las utilidades van a seguir siendo insuficientes para lograr el punto de equilibrio”.
Según el dirigente, el problema central radica en el desfasaje entre la evolución de los combustibles y el resto de los indicadores económicos. “Si se hace un comparativo de los últimos 12 meses, el valor está por debajo del incremento del índice de precios al consumidor en general, y muy por debajo también de los aumentos de los salarios, que representan nuestro ítem principal dentro de la estructura de costos”, detalló.

Los datos oficiales muestran un repunte en las ventas de naftas y gasoil, que permitió frenar la caída de los meses anteriores. Sin embargo, para los empresarios del sector, estos porcentajes todavía están lejos de significar una solución. “Un 0,8 por ciento que creció el interanual en marzo y un 2 por ciento ahora en abril, si bien generan algún grado de optimismo, para nada cambian el panorama ni mueven el amperímetro”, advirtió Gold.
Desde CECHA aseguran que comprenden y acompañan la política del Gobierno nacional de contener los precios para combatir la inflación, pero advierten constantemente que el costo de esa estrategia lo están pagando las estaciones. “Acompañamos porque sabemos que es necesario bajar la inflación, pero la repercusión negativa se da en nuestra rentabilidad, que sigue atravesando un proceso de depresión importante”, expresó quien además es el titular de la Cámara de Estaciones de Servicio de Corrientes.
Con este panorama, el sector reclama una revisión urgente del esquema, que permita garantizar la sustentabilidad del negocio sin desatender las necesidades macroeconómicas. “Sin un sinceramiento tarifario o un shock significativo de demanda, la crisis continuará”, sentenció Gold.
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