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La petrolera lanzó un programa de retiros voluntarios para reducir un tercio de su planta laboral. Incertidumbre entre los expendedores de la marca.
La operatividad de Refinor ha venido disminuyendo de manera sostenida en los últimos ocho años, afectando distintos aspectos de su funcionamiento, desde la refinación y el almacenamiento hasta el transporte y la red de Estaciones de Servicio. Esta tendencia generó un sinfín de conjeturas entre los expendedores que operan con la bandera de la compañía en diversas provincias del NOA.
La incertidumbre se vio agravada por el reciente lanzamiento de un programa de retiros voluntarios para reducir un tercio de su planta laboral. El plan abarca desde la Destilería de Campo Durán, en Salta, hasta las instalaciones del Poliducto Campo Durán – Montecristo, pasando por la Banda del Río Salí en Tucumán.

En este contexto, el anuncio incrementó la preocupación entre los actores del sector. Si bien la compañía no ha detallado cómo impactará esta medida en sus operaciones diarias, el proceso de ajuste estructural que viene atravesando Refinor deja en claro que su red de comercialización seguirá experimentando cambios significativos.
“Desde hace más de una década, la producción de crudo del NOA, que es el que abastece la destilería, se encuentra en declive. A medida que esta situación se prolonga en el tiempo, se ha traducido en una merma en la oferta de combustibles para las Estaciones de Servicio de la red, limitando sus cupos de venta en porcentajes que llegaron hasta el 50 por ciento”, expresaron estacioneros consultados por surtidores.com.ar.
El ajuste en la operatividad de la empresa también se reflejó en la pérdida de estaciones bajo su bandera. En los últimos años, varios empresarios decidieron desvincularse de la marca, ya sea migrando a otras petroleras o quedando como estaciones blancas. Este fenómeno ha impactado especialmente en provincias como Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja, donde la compañía cuenta con una fuerte presencia.

Ante este escenario, los operadores de Estaciones de Servicio en el NOA están atentos a los próximos pasos de la petrolera y esperan definiciones claras sobre su plan de negocios a futuro. La preocupación no solo se centra en el impacto de la reestructuración interna, sino también en la capacidad de abastecimiento y en las condiciones comerciales que la compañía ofrecerá a su red en los próximos años. Mientras tanto, la posibilidad de que más estaciones decidan desvincularse de la marca sigue latente, alimentando la incertidumbre en un sector que enfrenta desafíos constantes.
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