Tras la suba del 1º de noviembre
El aumento diferenciado ha comenzado a diluir la histórica ventaja impositiva que los hacía más accesibles en comparación con las demás provincias. Esta medida, parece alinearse con la intención del gobierno de Javier Milei de uniformar los precios de los hidrocarburos a nivel nacional.
Durante la historia argentina, las regiones del sur del país fueron tradicionalmente beneficiadas por la Ley 27.209, que instaló una ventaja impositiva respecto del resto del territorio nacional aplicando menos costo fiscal sobre cada litro de combustible, lo cual abarataba el valor en el surtidor en hasta un 40 por ciento respecto de las demás zonas impulsando la economía de las Estaciones de Servicio locales.
Pero con la nueva gestión liberalizadora, la escalada en los precios de combustibles en las estaciones de la región está erosionando dichas exenciones fiscales y acercando la brecha respecto del precio de las naftas en el resto de la Argentina.
Al respecto, Carlos Pinto, representante de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Río Negro y Neuquén (CECNERN), advirtió sobre los efectos que este cambio trae para las Estaciones de Servicio y la economía regional en general.
Según explicó a surtidores.com.ar, con el último incremento aplicado el 1 de noviembre —que en estas provincias fue casi el doble del promedio nacional debido a la acción de la petrolera estatal YPF—, la ventaja de precios se ve amenazada, encareciendo aún más el costo de vida en una zona reconocida por sus altos niveles de precios generales.
Este proceso de equiparación en la región patagónica ha tenido consecuencias adicionales. Pinto explicó que muchas petroleras están intensificando la venta directa de gasoil a grandes consumidores, como las empresas que operan en los yacimientos de Vaca Muerta y otros sectores de hidrocarburos, en detrimento de las Estaciones de Servicio locales.
“La pérdida de grandes consumidores que antes cargaban en estaciones, pero que ahora se abastecen de gasoil a granel a través de acuerdos de venta directa, nos deja aún más vulnerables. Esto se suma a la recesión general y a la caída del poder adquisitivo de los clientes”, indicó el dirigente.
El referente de la CECNERN también recordó que esta tendencia no es reciente, ya que desde 2015, cuando se modificó la forma de calcular el componente fiscal del litro de combustible, la ventaja impositiva para los patagónicos comenzó a desaparecer.
Sin embargo, la nueva alza, que acompaña la liberalización a niveles internacionales, ha intensificado este proceso y plantea un futuro incierto para las Estaciones de Servicio de la región.
“La posible desaparición de esta ventaja preocupa a los expendedores independientes, quienes no solo ven disminuir su clientela, sino también enfrentan un escenario en el que la competencia directa de las propias petroleras empieza a marcar la diferencia”, finalizó Pinto.
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