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Mientras los expertos advierten sobre la necesidad de ajustar variables en línea con el resto del mundo, como clave para garantizar la sostenibilidad del mercado, la decisión de YPF parece desafiar la lógica económica en busca de objetivos que exceden lo estrictamente comercial.
El exsecretario de Energía Emilio Apud, encendió el debate en el sector expendedor, tras sus declaraciones a surtidores.com.ar, donde señaló como “inexplicable” la reciente reducción, aunque simbólica, del precio de los combustibles impuesta por la petrolera de bandera.
El especialista remarcó al respecto, que si el precio del crudo de referencia aumentara, inevitablemente se vería reflejado en las mangueras, aunque actualmente, Argentina está cerca de alcanzar un equilibrio entre el export parity y el crudo Medanito, que abastece a la mayoría de las refinerías locales. Según el exfuncionario, esto supone una variable menos por ajustar en la compleja ecuación que define el precio final de los combustibles en el país.

No obstante, el analista destacó que aún existen varios segmentos desactualizados que impiden que los importes se alineen con el valor real. Entre estos se encuentran los impuestos, que según su visión, permanecen “bastante retrasados“, y el ajuste de los biocombustibles. A esto se suman la devaluación mensual del 2 por ciento, conocida como crawling peg, y el índice inflacionario que, mes a mes, sigue empujando hacia arriba el costo de vida.
“Estamos lejos de alcanzar un equilibrio que eventualmente podría justificar una baja en los precios de los combustibles acompañando una caída del Brent“, explicó Apud. En ese sentido, enfatizó que reducir los números mientras estos se encuentran por debajo de su valor de equilibrio “no tiene sentido desde una óptica empresaria“.
Lo que más preocupa al experto es la motivación detrás de la medida. Según él, la petrolera, a pesar de cotizar en las bolsas de Buenos Aires y Nueva York, habría tomado esta decisión en función de intereses políticos y no empresariales.
“Sería bueno para el sector combustibles y sus usuarios terminar con el uso inapropiado de YPF que los gobiernos kirchneristas hicieron para regular un sector que por ley es desregulado“, agregó.
El mercado de los combustibles en Argentina ha estado históricamente marcado por la intervención estatal, algo que Apud critica duramente. “La liberalización de precios que llegó con la asunción de Javier Milei parecía haber dado un respiro al sector, permitiendo ajustes más dinámicos en línea con las fluctuaciones del mercado internacional”, sostuvo.
“Es una pena que YPF, siendo una empresa privada, continúe siendo utilizada como herramienta de control por parte del Gobierno“, sentenció, dejando claro que, desde su perspectiva, lo que se necesita en el sector es previsibilidad, algo que solo se logrará con la completa desregulación del mercado y la eliminación de cualquier tipo de intervención estatal.
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