Opinión
Luis Navas, abogado y especialista en el sector, analiza las fortalezas y debilidades de ambas opciones en un contexto de cambios normativos y desafíos climáticos.
Desde 1984 hasta 2004, todas las Estaciones de Carga de GNC operaban bajo un servicio firme que incluía el transporte, el gas y la distribución. Vendían el GNC y recibían una única factura mensual, simplificando la operación. Sin embargo, la crisis de 2002 llevó a una ruptura de contratos que hizo inviable este modelo.
En 2004, ENARGAS implementó el servicio interrumpible, permitiendo a las estaciones vender gas solo cuando eran autorizadas. Esta medida, aunque necesaria, generó un problema grave en 2005 cuando muchas vendieron gas sin autorización, resultando en multas significativas.
La situación se complicó aún más con el decreto 181 de 2004, que introdujo el “unbundling“. Este proceso desagregó la venta de gas de las distribuidoras, obligando a las estaciones a adquirir gas directamente de productores o comercializadoras. En 2006, el escenario derivó en un caos administrativo, con operadores recibiendo múltiples facturas de diferentes proveedores. La gestión de Juan José Aranguren como ministro de Energía durante el primer año del gobierno de Mauricio Macri suspendió temporalmente esta modalidad, devolviendo la venta de gas a las distribuidoras, pero los impuestos elevados hicieron que el GNC perdiera competitividad frente a la nafta.
Actualmente, el servicio de unbundling sigue vigente. Las distribuidoras solo ofrecen transporte y distribución, mientras que el gas debe ser comprado a comercializadoras o productores. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la mayoría de las estaciones de GNC operan con contratos de transporte firme, garantizando el suministro durante todo el año. En contraste, en muchas provincias, prevalece el servicio interrumpible, lo que ocasiona cortes de suministro durante los meses críticos de invierno.
ENARGAS ofrece alternativas de abastecimiento para estaciones de GNC
Frente a estos desafíos, surge la pregunta: ¿es conveniente tener un contrato de servicio firme para el GNC? Según Luis Navas, abogado y especialista en el sector, sí lo es. “Un contrato firme asegura que las estaciones de GNC tengan suministro los 365 días del año, evitando interrupciones que afectan tanto a los negocios como a los consumidores”, sostiene, al tiempo que afirma que “esta estabilidad fomenta inversiones continuas en infraestructura de transporte, evitando crisis como la de 2004”.
El letrado afirma no obstante, que el debate entre ambas opciones refleja la complejidad del sector del GNC en Argentina. “La estabilidad proporcionada por los contratos firmes es sin dudas la opción más conveniente para asegurar el suministro constante y fomentar el desarrollo del sector”, concluye Navas.
Acivar/desactivar voz
Leer página