Seguridad
En un contexto donde resguardarse de los riesgos delictivos se convierte en una prioridad absoluta, las operadoras de combustibles están invirtiendo en modernas cajas fuertes para proteger el efectivo.
A partir de que se hiciera público un hecho delictivo ocurrido en una expendedora de combustibles de Córdoba donde un grupo de malvivientes intentó sin éxito robarse el cajero automático del establecimiento, surge como tema preponderante en el rubro, la alianza entre los estacioneros y las soluciones modernas para el manejo de dinero.
El hecho que disparó el debate, ocurrió cuando una banda organizada llegó a bordo de una camioneta a una Estación de Servicio. Tras reducir y atar a los empleados con precintos, los ladrones se dirigieron a la caja fuerte del local. Con cables de acero, intentaron arrancar el cajero automático del lugar, enganchándolo a su vehículo. Sin embargo, la robustez de la instalación y la rápida intervención policial frustraron el intento de atraco.
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Consultado sobre el tema, Martín González, gerente comercial de Delsat Group, destacó la importancia de contar con sistemas donde los empleados puedan depositar el efectivo, minimizando así el tiempo que el dinero permanece al alcance de los delincuentes, para lo cual se torna efectiva una interfaz de usuario rápida y amigable, para el resguardo de valores, al igual que los procedimientos para la validación de los billetes.
Particularmente se refirió al producto miniBANK, como una de las opciones para alcanzar este objetivo: “Esta solución no solo acepta los billetes de más alta denominación, como los de 10.000 pesos, sino que también se actualiza rápidamente para adaptarse a nuevos emitidos por el Banco Central. Esta rapidez en la adaptación es crucial, ya que un retraso en la actualización podría dejar el equipo obsoleto y vulnerable”, detalló.
Estas cajas están diseñadas para brindar una protección robusta contra intentos de asalto, ya que pesan entre 300 y 550 kilos, están aseguradas al piso con brocas químicas y se colocan contra la pared para evitar espacios que permitan su extracción. Además, la manija de apertura está hecha de un acero especial que se rompe si se intenta forzarla, impidiendo la arrancadura de la puerta del tesoro.
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González hizo hincapié asimismo, en que la adopción de estos esquemas puede tener un impacto positivo en la percepción de seguridad de los clientes, quienes se sentirán más tranquilos al saber que las Estaciones de Servicio están equipadas con medidas avanzadas para proteger sus transacciones.
Aseguró también que la tecnología seguirá evolucionando, y opinó que en el futuro, es probable que el sector asista a una integración aún mayor de sistemas digitales y físicos, como la combinación de cámaras de seguridad avanzadas, sistemas de alarma conectados a la policía y dispositivos de almacenamiento de dinero con tecnologías de vanguardia.
“La inversión en estos dispositivos avanzados refleja un compromiso del sector estacionero por mejorar la seguridad. La implementación de tecnologías como miniBANK no solo protege el dinero, sino que también contribuye a un ambiente de trabajo más seguro para el personal”, sentenció.
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