El rol de las Estaciones de Servicio
En la reciente presentación del Indicador de Inflación Energética para América Latina y el Caribe (IELAC), Andrés Rebolledo, secretario Ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía, destacó el significativo impacto del aumento de los valores en los surtidores locales.
Las políticas de liberación total de los precios de los combustibles que el Gobierno de Javier Milei está llevando adelante, tuvo una marcada influencia sobre el “IPC energético latinoamericano”, en el cual luego de casi 8 años de congelamiento, se impuso como un factor nuevo y determinante de los cálculos regionales.
Este concepto fue uno de los principales temas que se tuvieron en cuenta durante la conferencia de presentación del índice inflacionario de la energía para América Latina y el Caribe que realizó la OLADE, durante la cual, se subrayó la importancia de las políticas nacionales en el panorama energético regional.
Durante el encuentro el secretario Ejecutivo de OLADE, Andrés Rebolledo, explicó a surtidores.com.ar que la implementación del sinceramiento de precios en Argentina ha generado una variación notable en el índice regional. “El incremento de las naftas en vuestro país ha mostrado cómo las decisiones económicas pueden influir en el panorama energético más amplio“, comentó, poniendo en evidencia la interconexión de las economías latinoamericanas.
En ese sentido y para mantener la estabilidad de precios, Rebolledo recomendó una diversificación de la matriz energética, con un énfasis especial en la incorporación de energías renovables. “La clave para una regularidad duradera es diversificar nuestras fuentes de energía. Esto no solo reduce la dependencia de los combustibles fósiles, sino que también promueve el uso de energías limpias y sostenibles”, afirmó.
El presidente de la OLADE también resaltó el rol fundamental de las Estaciones de Servicio en este proceso. “Es crucial reconocer a las expendedoras de combustibles como protagonistas del suministro y facilitadores del acceso a movilidades más limpias para los consumidores“, explicó, subrayando la importancia de estos puntos de venta en la transición energética.
El índice de inflación energética, que incluye la variación porcentual del IPC energético, se vio afectado principalmente por la volatilidad de los costos de los combustibles. Según Rebolledo, “los hidrocarburos pesan más en el cálculo del IPC energético debido a su naturaleza volátil en comparación con la electricidad”. En términos anuales, el índice se situó en un 1,96 por ciento, mientras que la variación mensual fue del 0,58 por ciento.
De acuerdo a los dichos del especialista, Argentina enfrenta un desafío con su riqueza energética y, aunque es difícil predecir con precisión el futuro de los precios, el entrevistado subrayó la importancia de la diversificación continental. “Nuestra región está mejor posicionada respecto al resto del mundo debido a su relevancia en la producción de gas y petróleo. La integración entre países ayuda a enfrentar períodos de complejidad”, manifestó.
La transformación de las matrices energéticas en América Latina está siendo impulsada por el cambio climático, con un esfuerzo notable por incorporar combustibles no convencionales. Al respecto, Rebolledo consideró que “las Estaciones de Servicio están jugando un papel activo en esta transformación, promoviendo el uso de biocombustibles y otras energías limpias”.
Y a pesar de las incertidumbres, el referente de OLADE subrayó que América Latina ha demostrado ser más resiliente que los países de la OCDE ante eventos globales como la guerra en Europa del Este. “La región tiene una posición destacada en la generación de energía limpia, con un 65 por ciento de la producción eléctrica basada en energías renovables“, añadió.
Para la organización finalmente, la transformación del sector energético en América Latina representa una oportunidad para lograr un desarrollo sustentable. “El desafío es ser coherentes en las políticas implementadas para asegurar precios razonables y estables“, dijo Rebolledo.
Los índices de precios al consumidor (IPC) y al consumidor del sector energético (IPCE) son indicadores clave en el análisis económico-energético. El IPC mide la variación de precios de bienes y servicios adquiridos por el consumidor final, mientras que el IPCE se enfoca en los productos de la canasta energética, como electricidad y combustibles. Estos índices son fundamentales para calcular la inflación total (IT) y la inflación energética (IE), que reflejan la variación porcentual de precios en sus respectivas áreas.
La inflación energética mensual (IEM) y anual (IEA) se calculan a partir de los reportes de IPC de los países, tomando en cuenta los factores de ponderación de la canasta energética. Para el cálculo de la IE regional, se analizó la información de 16 países, representando el 95 por ciento del PIB nominal de la región y el 92 por ciento de su población. Este análisis permite una comprensión integral de las tendencias y variaciones en los precios energéticos en América Latina.
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