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Una sensación de fatiga social viven los estacioneros que se ubican en localidades cercanas a los cruces con los países vecinos. Responsabilizan no solamente al gobierno por llevar al comercio de combustibles a un desfase con valores retrasados, sino también a las petroleras por la inflexibilidad para rediscutir la rentabilidad por venta.
El retraso crónico que sufren los valores de las naftas y el gasoil a pico de surtidor, llevó a las bocas de expendio que operan en las localidades fronterizas con Brasil, Paraguay, Chile y Uruguay a una situación de estrés, de la cual esperan recuperarse con las reformas que el próximo gobierno adelantó para el sector hidrocarburífero.
En ese contexto, el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles del NEA, Faruk Jalaf, se refirió a un dato que causó impacto en el sector estacionero: “La Argentina perdió este año más de US$ 500 millones por revender a pérdida combustible en estaciones de ciudades limítrofes”.

El dirigente mesopotámico, reconoció que dicho fenómeno se sintió con fuerza en la cotidianeidad de las operadoras que debían enfrentarse con el problema de la sobredemanda generada por el aluvión permanente de clientes extranjeros, que se sumaban a los consumidores locales, a pesar de las restricciones impuestas por las petroleras con los cupos de entrega.
Al respecto, Faruk expresó su descontento por lo que consideró un “maltrato” de las compañías hacia sus redes de comercialización y denunció que “con un combustible extremadamente barato preferían vender afuera o al por mayor, dejando para un segundo plano a las Estaciones de Servicio, que terminaron siendo las destinatarias del producto importado para saldar la escasez a nivel minorista”.
Pero más allá de su queja, el empresario adelantó que están preparando desde la CESANE una serie de propuestas para las autoridades electas que asumirán esta semana, destinadas a que las estaciones sean incluidas en las políticas de combustibles.
Subrayó que básicamente serán dos los conceptos que buscarán instalar en la agenda de prioridades para las PyMES comercializadoras de combustibles. En primer lugar, que se ejecute un sendero de precios para sincerar los valores de expendio, el cual debería aplicarse con el índice de la inflación de cada mes, sumándole a dicho porcentaje un punto más mensual, hasta alcanzar paulatinamente el equilibrio del retraso histórico de los últimos dos años.

Finalmente, como segunda iniciativa, la CESANE insistirá ante las petroleras para reformular el esquema de comisiones, que hoy está fijado en un promedio del 9 por ciento por litro despachado, hasta alcanzar un acuerdo no menor al 12 por ciento, pero libre de impuestos.
Jalaf concluyó afirmando que “solamente con una liberación genuina de los precios y que le cierren la puerta a las especulaciones, las Estaciones de Servicio podrán recuperar la normalidad para trabajar sin sobresaltos”.
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