El Hotel Las Américas, en Cartagena de Indias – Colombia, fue sede del “IV Congreso Internacional de Empresarios de Combustible”, evento que contó con la participación de Daniel Añón, en su condición de secretario General Permanente de CLAEC, Comisión Latinoamericana de Empresarios de Combustible.

Organizado por la gremial de empresarios de combustible de ese país, FENDIPETRÓLEO, este año el título elegido fue “Eficiencia y Sostenibilidad Energética”, sobre el que se centraron las discusiones de las delegaciones participantes.

DESREGULACIÓN Vs. REGULACIÓN

El presidente de UNVENU, en conversación con Surtidores, dijo que uno de los puntos de interés en Cartagena de Indias, fue el referente al impacto de la desregulación del combustible en LATAM, que el empresario vivió desde su estación en Malvín, y como integrante de la directiva de UNVENU (entre las gremiales pioneras de CLAEC creada en 1971).

“Sobre mediados de 1973, se produce una importante crisis del petróleo en Europa, que lleva a que el dictador chileno en 1978 Augusto Pinochet tome la decisión de desregular el mercado en ese país, desplazando a la empresa para pasar el negocio a manos de tres o cuatro compañías multinacionales, con un status de libre competencia, que se extiende por todo el continente” explicó.

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LATAM UNIDA

Esta nueva realidad con mercados desregulados, propició justamente la unión de algunos países como Argentina, Uruguay y Brasil, entre otros en la CLAEC en 1991, “cuyos postulados fueron y siguen siendo la negativa a la integración vertical, igualdad de precios de las distribuidoras a sus operadores, y la bandera blanca. Este último status permite a los estacioneros plantear defensa en caso de una integración vertical, ya que, al dejar de depender de una distribuidora, los empresarios propietarios de estaciones de bandera blanca, podrían formar su propia distribuidora” señaló.

“La lucha de los países de LATAM, se centró en evitar que las distribuidoras se fueran quedando con el negocio de los empresarios particulares, como ocurrió en Chile, un mercado en el que el 92 por ciento de las estaciones son propiedad de una distribuidora, mientras que el 8 por ciento restante funcionan bajo bandera blanca”  sostuvo Añón.

DISTRIBUIDORAS MULTILATINAS

El directivo se mostró preocupado ante la reciente aparición de empresas que catalogó de “multilatinas”, como COPEX-Terpel en Colombia o Primax en Perú, situaciones que deben controlarse para evitar el abuso de posición dominante.

A su tiempo, reiteró algo que la UNVENU viene denunciando desde hace un tiempo en Uruguay: los aranceles de las tarjetas de crédito.

Añon ironizó en cuanto a que los bancos son “socios fumando un habano”, algo que catalogó de desmedido y absolutamente negativo para el trabajo de los empresarios. “Hemos dicho una y otra vez, que los bancos ganan más que los propios empresarios que están todo el día pendientes del negocio”, remarcó.

Con respecto a Uruguay, catalogó la regulación del precio como algo muy positivo, destacando que las autoridades de ANCAP “se han dado cuenta que la desregulación no es algo bueno para las PyMES (los estacioneros)”.

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AJUSTE POR TEMPERATURA

Para finalizar Añón, dijo que otra gran preocupación “sobre todo en países más tropicales como Colombia es el ajuste que se debe hacer por temperatura, ya que por acción del calor es muy importante la cantidad de combustible que se evapora”.

“En un camión de 30 mil litros, a 30 grados de temperatura, la merma por acción del calor llegaría hasta los 450 litros. Actualmente solo tres países tenemos el rubro, pero a mi juicio es algo que debería extenderse a todos los países de LATAM” concluyó el secretario General de CLAEC.