En una multitudinaria asamblea el personal de las estaciones de servicio definió medidas si no se cumplen sus reclamos

En una masiva asamblea a la que concurrieron dirigentes gremiales de distintas delegaciones del país, se facultó al Consejo Directivo de la Federación de Obreros y empleados de estaciones de servicio (FOESGRA) a tomar las medidas de acción directa que considere necesarias para la reivindicación de los reclamos del personal. De manera conjunta decidieron otorgar tres meses de espera al Ministerio de Trabajo y a YPF para que accedan a traspasar a los playeros que prestan funciones en las bocas de la empresa subsidiaria de la petrolera al sindicato SOESGYPE.

“Vamos a iniciar una campaña de difusión dura contra OPESSA para que permita a los trabajadores elegir bajo qué Convenio Colectivo de Trabajo quieren estar”, informó el secretario de prensa de entidad, Ricardo “Coby” Oviedo Montaña. Los playeros de la empresa que gerencia las bocas de YPF hoy están representados por el Sindicato Unido de Petroleros del Estado (Supe) y cobran un salario mínimo de $2100. Para la misma categoría en FOESGRA perciben $3500. “Le deben entre 40 y 60 mil pesos a cada empleado”, denunció Montaña.

El titular de la federación y del sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio, Garages y Playas de Estacionamiento, Carlos Acuña, se distanció del Supeh al apoyar las decisiones de las provincias que dieron de baja a las concesiones de áreas petroleras que tenía YPF.

Para Acuña, Repsol es un “monopolio” y el Supeh es una entidad “funcional a los intereses de Repsol” que “integran el directorio” de la empresa. “Hoy estamos como estamos porque no se ha invertido la plata en el país, hay falta de nuevos pozos petroleros que sirvan para abastecer a la Argentina“, sentenció Acuña.

Otro tema que discutieron los 1700 trabajadores que asistieron al acto realizado en Buenos Aires es la necesidad de plantearle a la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha) que acompañen en la calle y con medidas de acción concretas los reclamos por una nueva Ley de Comercialización de los Combustibles que regule la actividad. El dirigente pidió más compromiso en las movilizaciones y en las campañas de difusión. “Necesitamos una lucha conjunta”; sostuvo.

Montaña informó que desde la Secretaría de Energía se comprometieron a instruir a los Diputados y Senadores del bloque oficialista para que entiendan la importancia para el sector de establecer un nuevo marco jurídico que proteja a las Pymes y en consecuencia los puestos de trabajo. “Nuestro objetivo es que vuelvan a abrir las 3000 estaciones que cerraron”, precisó.

Los dos frentes de batalla que abre el sindicato apuntan contra la petrolera más importante del mercado: YPF. Las demandas llevan varios años de historia pero recién ahora – por la posibilidad de que el Ejecutivo apoye los cambios que se proponen – hay expectativas de obtener soluciones de fondo.