Solución consensuada
Luego de que el sindicato de Trabajadores de Estaciones de Servicio endureciera su postura respecto del reclamo para que las horas trabajadas los fines de semana sean abonadas al 100 por ciento, desde el sector empresario impulsan un análisis de la situación que se ajuste al contexto actual del rubro.
Tras la reapertura de la discusión de la cláusula de revisión salarial, el gremio conducido por Carlos Acuña, planteó como condición para cerrar el nuevo período de acuerdos salariales la obligatoriedad de que los empleados de Estaciones de Servicio perciban como horas extras aquellas trabajadas el sábado a partir de las 13 hs. y las del domingo.
Al respecto, el abogado asesor de Estaciones de Servicio, Francisco Berdaguer dijo a surtidores.com.ar que este problema requiere de “una vuelta de tuerca para solucionarse”, con el objeto de reconocer las necesidades que hoy enfrenta la actividad, al tiempo que defendió la figura del franco compensatorio como solución consensuada intermedia para rediscutir de fondo los convenios del sector.
El especialista recordó que de acuerdo a la Ley de Contrato de Trabajo y la jurisprudencia, “el debate doctrinario ya está saldado en la justicia”, porque resulta legal sostener que si el empleador no se excede del tope máximo de la jornada de trabajo y le concede al empleado el franco compensatorio de ley, no existe la obligación de pagar horas extras.
A su entender, este punto adquiere especial relevancia en el sector de las Estaciones de Servicio, ya que “se trata de una actividad comercial que se caracteriza por funcionar todos los días, las 24 horas, de modo que amerita -con toda lógica- aplicar a rajatabla el denominado trabajo por equipo bajo el sistema de turnos rotativos”.
En este sentido, Berdaguer advirtió que puede ocurrir que algún estacionero que no esté debidamente asesorado en este punto, liquide a sus empleados el pago de horas extras las trabajadas los sábados (después de las 13 horas y/o las del domingo), “pero ello no implica que esa situación particular sea incorporada como regla de oro en el sector”, aclaró.
No obstante, adelantó que si en algún momento esta cuestión se quisiera revisar a nivel general, el ámbito debería ser en el marco de profundidad que las Cámaras empresarias y entidades sindicales lo consideren, incorporando varias cuestiones que signifiquen “barajar y dar de nuevo” los respectivos convenios colectivos.
En ese contexto, destacó que podría convertirse en la oportunidad para adaptar el negocio a la nueva realidad dentro de una coyuntura local que por cierto, “no es muy favorable al estacionero”, descartando que no resulta atendible técnica ni fácticamente posible discutir esta tamaña disyuntiva en la revisión de paritarias, ya que constituyen aspectos de fondo que deben ser analizados con responsabilidad y mayor serenidad.
Por otra parte, Berdaguer consideró que “las empresas petroleras no pueden quedar ajenas a esta discusión en tanto que son las protagonistas principales de esta actividad económica” y justificó su exigencia porque el estacionero es solo un eslabón dentro de la cadena y que además no tiene posibilidades de ajustar su negocio al no ser formador de precio.
“Dejarlo solo, significaría no solo darle la espalda a su red, sino también trasladarle exclusivamente a ellos los mayores costos, lo que de concretarse sería absolutamente injusto, dejando abierta la posibilidad de pedir judicialmente la revisión de los contratos a fin de recomponer equitativamente su ecuación económica y la rentabilidad distribuyendo la carga de las pérdidas”, sentenció Berdaguer.
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Pregunten a los empleados como manejar Una estación