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Daniel Montamat, exsecretario de Energía de la Nación y exdirectivo de YPF, analizó el impacto de la reciente suba de los gravámenes y avizoró un horizonte de aumentos.
El pasado 1ro de octubre se ajustó tanto el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) como al Dióxido de Carbono (IDC), además de los valores de los biocombustibles, lo que implicó una suba directa del 6 por ciento promedio en el precio final de la nafta y el gasoil en las Estaciones de Servicio.
Actualización de los gravámenes que corresponde al primer y segundo trimestre del 2021, debido a que son montos fijos que estaban congelados desde hace más de un año. Es decir que el ajuste todavía está lejos de los índices inflacionarios que informa el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Daniel Montamat, exsecretario de Energía de la Nación y exdirectivo de YPF, conversó con surtidores.com.ar y explicó que el desfasaje inflacionario entre ese período mencionado y el segundo trimestre del corriente año, es de 65 puntos porcentuales.
“Y si bien hubo un impacto en los precios finales, todavía hay un retraso del ICL, que puede ser una suba del 5 o 6 por ciento más en el valor en las pizarras de las bocas de expendio. Hecho que se tendrá que estabilizar, sobre todo por las necesidades fiscales“, sostuvo.
“Sin embargo, hasta ahora, los estacioneros o refinadoras no ven nada del aumento a los combustibles. En la medida que el Estado tenga la necesidad de seguir subiendo estos impuestos que impactan en el precio final, es una puja para presionar al sector para que no suba. Pero si no lo hacen, con el problema del dólar y la inflación, se complican los márgenes de comercialización y refinación”, agregó.
Esto significa que si se recupera el retraso en el ICL e IDC, seguirá habiendo subida de los costos por el componente impositivo, a lo que habría que sumar aquellos posibles incrementos que se den por parte de las petroleras debido a la devaluación de la moneda local y el proceso inflacionario. Con lo cual “se tiene un horizonte de aumentos”, según el especialista.
COMPARACIÓN CON PRECIOS INTERNACIONALES
El valor de la nafta y el gasoil en las Estaciones de Servicio sigue lejos de las referencias internacionales. Tras la reciente suba de este mes, Montamat dio a conocer que “un litro promedio de gasoil argentino es 28 por inferior a ese mismo litro si debiera importarse, mientras que la nafta posee una distorsión de 25 puntos porcentuales”.
¿Por qué? En el primero de los casos, el litro de diésel común el surtidor de Gran Buenos Aires cuesta $171,54 en promedio, pero el valor del import parity se calcula en $239,69 por litro. En tanto que la relación de la nafta de grado 2 es de $152,30 frente a $203,38, respectivamente.
Sigan así queriendo cobrar precios internacionales. Cuando acá se gana en pesos . El combustible está carisimo en relación lo que se cobra en argentina . También los impuestos son exagerados . No dejan respirar. Basta por favor de undir a la gente común.
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