Cambio de hábitos
La salida de las empresas de alquiler de monopatines no fue el final de la micromovilidad en Argentina. Una tendencia que crece en el mundo y en el país.
El mundo de la movilidad hace algunos años se vio sacudido por completo por el crecimiento de las empresas de alquiler de scooters o monopatines eléctricos que prometían revolucionar la forma en que los usuarios se trasladarían en las grandes ciudades. Estos monopatines que funcionaban a través de una App permitían a los usuarios realizar viajes, mayoritariamente cortos, y abonar solo por el trayecto realizado.
Sin embargo, la promesa aún está lejos de cumplirse. Esta nueva forma de movilidad, que competía principalmente con el transporte urbano de pasajeros y los taxis o remises, en muchas partes del mundo no tuvo el éxito deseado. Es que la pandemia por el Covid-19, sumado a la falta de adaptación del público a estos sistemas de alquiler y, por sobre todo, la baja rentabilidad y el descuido en el uso, generó que las empresas se fueran de muchos mercados a nivel global.
Es que, según los especialistas, lo que falló fue el modelo de las empresas que no previeron el alto grado de hurtos y vandalismo, la constante necesidad de reparación y las fallas que estos dispositivos pueden tener tras un cierto uso.
A pesar de ello, el futuro de la micro movilidad ofrece otras alternativas. El error no fue la idea de una opción para viajes cortos, sino el modelo de alquiler. En este sentido, durante los últimos dos años las ventas de monopatines eléctricos se aceleraron en Argentina y en todo el mundo. Cada vez son más las empresas que ofrecen este tipo de productos, incluyendo las automotrices que se sumaron recientemente al juego como Ford y Fiat. Este tipo de movilidad encontró un nicho preferentemente en los jóvenes que prefieren evitar la masividad del transporte urbano.
LA ÚLTIMA MILLA, EL USO ACTUAL DE LA MICROMOVILIDAD ELÉCTRICA
No solo los scooters crecieron en adopción durante este tiempo. Desde hace varios años las empresas de logística comenzaron a utilizar pequeñas unidades eléctricas para realizar entregas en la última milla. Estas unidades reducen el costo de entregar productos en las zonas urbanas por su eficiencia y rapidez.
Estos vehículos son más disruptivos que los scooters eléctricos porque proponen una alternativa sustentable que muchas empresas comienzan a adoptar para cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones.
Acivar/desactivar voz
Leer página