La devolución del costo de los reactivos para detectar combustibles exentos está desactualizada en un 3000 por ciento

La Resolución General 1359 de la Administración Federal de Ingresos Públicos, dispuso que los titulares de Estaciones de Servicio y bocas de expendio deben realizar un ensayo para la detección del marcador a la totalidad de las compras de combustibles líquidos. La decisión del organismo se funda en poder identificar los productos consumidos en las zonas subsidiadas del sur del país, a los fines de evitar el desvío de su destino y salvaguardar el interés fiscal.

Oportunamente y de acuerdo con el análisis realizado por los organismos técnicos competentes en la materia, se estableció computar a cuenta del IVA un importe que no supere los $ 3.000 por año calendario y por cada establecimiento en donde exista la obligación de realizar el ensayo.

La normativa data del año 2006. Fue promulgada por el entonces presidente de la Nación Néstor Kirchner, quien dispuso además que su imputación sería procedente siempre que los reactivos adquiridos hayan sido entregados y las respectivas operaciones se encuentren facturadas y abonadas.

“Hoy el monto a tomar para desgravar del Impuesto al Valor Agregado debería rondar los $100.000”, asegura el asesor en derecho tributario de la FEC, Sebastián Vázquez.

Es por esta razón que los estacioneros insistirán ante las autoridades nacionales por la actualización del importe. “El año pasado nos reunimos con funcionarios de la Secretaría de Energía que conduce Darío Martínez para llevarles nuestro reclamo”, recordó Vázquez.

Sin embargo, y al no recibir respuestas oficiales volverán a la carga sobre este tema. “Para los expendedores resulta muy gravoso realizar el análisis y es necesario que desde el Estado nos reconozcan este esfuerzo. No pedimos más que la adecuación del costo a los tiempos actuales”, remarcó el especialista.

Vázquez adelantó que pedirán una audiencia con Martínez para los primeros días de febrero. Vale recordar que desde el sector se reclama además, la modificación del procedimiento con reactivos, por otro con un soporte tecnológico que permita monitorear la trazabilidad de la logística, desde la salida de planta de despacho a la Estación de Servicio.