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Daniel Montamat, José Luis Sureda y Jorge Lapeña aportaron su visión sobre la posible actualización de valores en base a la situación actual y dieron algunas recomendaciones para el sector.
Los valores de los combustibles en las Estaciones de Servicio no aumentan desde mayo y durante todo este período hasta la actualidad, hubo problemas de desabastecimiento, rentabilidad a la baja y de recomposición salarial que afecta fuertemente al sector.
Como consecuencia, diversos ex funcionarios de la Nación conversaron con surtidores.com.ar y pusieron la mirada en lo que podría ocurrir en los primeros meses del 2022 si no se destraba esta situación, a la par que brindaron algunos consejos para los estacioneros.
“Si hay una devaluación controlada, los incrementos de los precios de los combustibles pueden acompañar esos ajustes, además que está pendiente de ver si se recupera el atraso de arrastre de este año, que da en promedio del 17 por ciento. Y es lo que se podría actualizar si se quisiera compensar este retraso”, manifestó Daniel Montamat, exsecretario de Energía y ex directivo de YPF.
“Dependerá fundamentalmente de cuál sea el manejo de la política cambiaria y si vamos a una devaluación controlada o será más traumática. Mientras que el desabastecimiento se agravará si lo hacen las distorsiones”, agregó.
Siguiendo esta misma línea, Montamat aportó la recomendación de tener cuidado con los costos que se manejan en las bocas de expendio. “Se deben tener acciones consistentes con los intereses de la cadena, porque la viabilidad a largo plazo en la industria depende de que los distintos segmentos que la integran tengan una rentabilidad que permita la reposición de la inversión”.
Por otro lado, José Luis Sureda, exsecretario de Recursos Hidrocarburíferos opinó que “debería haber un incremento de precios a la brevedad si se quiere evitar el faltante de combustibles”. ¿De cuánto? Consideró que el 20 por ciento es un aumento “razonable”, si se olvida del stock de atraso en el tiempo en la evolución de los valores.
Y continuó: “Todo indica que a lo largo de 2022 el barril seguirá arriba de los USD 70, así que si no existe un ajuste a la brevedad, la situación se volverá muy complicada desde el punto de vista del abastecimiento”.
Jorge Lapeña no se quedó al margen de esta discusión y sostuvo que debería definirse una política, ya que denotó que “no hay una señal concreta que permita avizorar lo que hará el gobierno”.
Sin embargo, aclaró que el combustible no puede estar divorciado de un commodity internacional, pero que “en la medida que no se solucione el problema de fondo de Argentina, que es convivir con una inflación de las más altas del mundo, todo da un contexto en los cuales es difícil hacer pronósticos”.
Y ante dicha situación para el próximo año, cerró su postura afirmando que “hay que prepararse para vivir en un año muy convulsionado en este aspecto”.
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