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Pese a los problemas de abastecimiento de combustibles que enfrenta el país, fuentes del sector consideran que las intervenciones al mercado seguirán intentando responder al día a día, mientras que los cambios de largo plazo quedarán postergados para el futuro
El cierre de estaciones de servicio y los recurrentes faltantes de naftas y energía no parecen ser un problema para los funcionarios del gobierno nacional. De no haber un cambio radical en la forma de encarar los problemas, el abastecimiento de combustibles seguirá siendo insuficiente.
No sólo que se está sacrificando el presente y futuro del sector por la falta de producción de hidrocarburos, sino que también se impide la importación de combustibles por los congelamientos precios, advirtió el director del departamento técnico del Instituto Argentino de Energía, Gerardo Rabinovich. Esta situación desequilibrada del mercado genera el desabastecimiento, explicó.
El gobierno debe obligar a las petroleras a responder al mercado interno, reclamó el especialista.
Como todas las encuestas coinciden que el resultado de las elecciones dará un respaldo a la continuidad del sistema, casi no hay esperanzas de que se pueda generar un quiebre en el rumbo del sector. Aumentar los precios de los combustibles sería una de las soluciones para incentivar la producción, pero no creo que el gobierno permita que disminuya el consumo y se incremente la inflación por una variación en los surtidores, especuló.
Para Rabinovich el tema central pasa por la política de precios. En este sentido propone acomodar los combustibles a los valores de los países limítrofes como Brasil o Chile, donde las naftas cuestan mucho más caro. Estamos 50 por ciento abajo en relación a otros países, comparó.
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