Las nuevas restricciones a la circulación dispuestas por el Gobierno para evitar la propagación del COVID 19, provocó una considerable caída en las ventas de combustibles, así como también en los rubros anexos a la estructura de las Estaciones de Servicio, tales como las Tiendas de Conveniencia o  de mantenimiento automotor.

El sector venía recuperándose paulatinamente pero las medidas volvieron a sumergirlo en una de sus crisis más profundas. Según estimaciones previas, la actividad sufre actualmente una retracción del 40 por ciento, aunque en algunas regiones llega hasta el 60 por ciento.

Ante tal cuadro de situación, la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos y sus Cámaras asociadas solicitaron asistencia al Gobierno. Ya sin los ATP, pidieron la extensión del plazo para inscribirse en el Programa de Recuperación Productiva 2, además de postergar vencimientos de impuestos y facilidades de pago, pero hasta el momento no tuvieron respuesta.

En ese sentido, decidieron recurrir a las petroleras. Sus directivos enviaron una nota a YPF reclamando un cambio en el margen de retribución destinado al expendedor, para absorber una parte del impacto negativo por el declive de las ventas, sea de combustibles, como de los servicios y gastronomía, que se atienden tan solo por delivery o take away.

El pedido hace mención a la dificultad de los operadores de poder afrontar los acuerdos salariales celebrados con los gremios del orden del 34 por ciento, especialmente en un contexto de precios fijos hasta fin de año, tal lo anunciado por el presidente de la compañía Pablo González.

Ya el año pasado y ante un escenario de similares características, la empresa auxilió a las Estaciones de Servicio de la red con menor caudal de ventas. La ayuda se plasmó en un incremento de las comisiones conforme los volúmenes distribuidos, que alcanzó al 30 por ciento de la cadena que está compuesta por más de 1.500 bocas de expendio distribuidas por todo el país.