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Durante los últimos meses, los incrementos en el sector mayorista habían superado ampliamente los del mercado minorista, lo que dejaba a las expendedoras sin marca con nulas opciones de competencia contra las embanderadas.
La última tanda de suba de precios al surtidor no incluyó actualizaciones para la venta a granel, lo que produjo un balanceo que benefició a las operadoras blancas, dentro de la crisis que todavía enfrentan.
Los vendedores mayoristas independientes consultados por surtidores.com.ar, explicaron que en materia de gasoil, las ofertas son muy parecidas, mientras que en las naftas se acercaron los costos. “Sin embargo siguen muy por encima de las estaciones oficiales”, comentaron.
“Los precios mayoristas habían tenido una suba mucho mayor en las anteriores ruedas de aumentos”, detalló a este medio el empresario del sector Mauro Lapacó. “El valor para el canal de estaciones blancas se había disparado muy por encima de las de bandera y ni hablar de un agro oficial o canales similares”, sostuvo.
A modo de ejemplo, citó que las naftas al por mayor escalaron recientemente solo un 2 por ciento, a diferencia del 6 por ciento aplicado por las petroleras al consumidor, porque a causa de las condiciones que fueron imponiendo las compañías que acapararon también el mercado de la venta directa al agro y al transporte, los mayoristas quedaron como únicos proveedores de las estaciones blancas.
Distintos actores de este canal de ventas sostuvieron en este aspecto, que la concentración del suministro a las grandes empresas por parte de las petroleras generó en los últimos meses un detrimento de la cadena de valor, en la cual las Estaciones de Servicio perdieron gran cantidad de clientes que compraban importantes volúmenes de gasoil que daban sustento al negocio. Especialmente este tema ocurre en las bocas de expendio de zonas alejadas de los centros urbanos.
En este sentido, Lapacó detalló que la demanda se trasladó hacia el campo, el transporte y la minería, porque las Estaciones de Servicio reclamaban menos litros que en años normales y las compañías buscan automáticamente el equilibrio para no desbalancear sus cuentas.
En definitiva, tanto mayoristas como estacioneros blancos, esperan que las autoridades den curso a las constantes gestiones de las cámaras empresarias que buscan brindar un marco legal por fuera de las coyunturas que impactan de lleno en las proyecciones del mercado.
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