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Alberto Fernández advirtió en un reportaje televisivo que le preocupa mucho la inflación y desde el sector expendedor expresaron que este flagelo está atentando contra la sustentabilidad de los negocios.
“Con los combustibles estamos revisando el sistema de subas para que no sea un goteo que haga subir todos los meses, también hay un problema psicológico en la Argentina de que suben los combustibles y suben los precios“, fueron algunos de los conceptos del Jefe de Estado, al referirse al tema de los combustibles y el fenómeno de que se incrementen los valores de manera acotada y sin aviso previo.
Este tema tiene preocupados también a los dirigentes de las Estaciones de Servicio, que ante la consulta de surtidores.com.ar, coincidieron en el hecho de que “definitivamente si tienen aspiraciones reales de contener la inflación, algo van a tener que hacer con los combustibles”, alertaron.
Entre los testimonios recabados por este medio, se destaca el del presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de La Rioja, quien levantó la voz por aquellas bocas de expendio especialmente ubicadas en el interior de las provincias más pobres, a las que consideró las primeras en estar al borde del quebranto.
Juan Manuel Brígido explicó que “al igual que lo hablamos con colegas de otras provincias, el problema es la inflación y no el aumento en sí” y subrayó que resulta problemática “la forma en que los implementan”.
Recalcó que “necesitamos un verdadero y certero plan económico para todos los integrantes de este país”, mientras que adelantó que con “un petróleo crudo a un valor elevado récord en los últimos dos años, es imposible que no aumenten los combustibles líquidos”.
Por estas cuestiones, sumadas a la recesión de la pandemia, lamentó que “los colegas de las regiones más empobrecidas sienten desde hace meses el parate económico y ven cómo aquellos clientes que antes venían en automóvil a cargar nafta, hoy lo hacen en ciclomotores que consumen mucho menos”, destacó.
De la misma manera, responsabilizó de la caída en las ventas a la escasa oferta laboral en las provincias y el poder adquisitivo de los salarios estatales que perdieron casi un 50 por ciento desde la última actualización.
Es decir que en provincias como La Rioja donde la gran mayoría de empleos son del Estado, se dejó de consumir nafta, porque desde el 2019 que no había aumentos paritarios y recién ahora se recuperó el sueldo en un 20 por ciento, aunque con un gran retraso con respecto al precio de los combustibles.
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