Tras el aumento de precio
Claudio Molina, Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, considera que a partir del acuerdo, es de esperar que el segmento de la industria que abastece el mercado interno se ponga en marcha tras una parálisis que lleva varios meses.
El segmento de la industria de biodiesel que abastece al mercado interno, está parada desde agosto de 2010 y en el año anterior a esa fecha, venía asumiendo fuertes pérdidas por congelamientos de precios y otras medidas que la llevaron al borde de la bancarrota.
Buena parte de los refinadores de petróleo, buscan que se elimine el Programa Nacional de Biocombustibles y ejercen presión a favor de ello en los más diversos ámbitos de la política y de la opinión pública, nacional e internacional.
Cuando asumió el actual Secretario de Energía Darío Martínez, se encontró con esa pesada herencia y muchas veces chocó contra la intransigencia de las más altas autoridades del Gobierno Nacional, para lograr una solución del problema que arrastra esta industria. Ahora logró un acuerdo positivo, que está en el mundo de lo posible, con defectos propios de una solución de este tipo -como por ejemplo, el riesgo al que se enfrenta la fijación de un sendero fijo de precios en pesos, frente a un incremento del ritmo de devaluación del tipo de cambio, toda vez que en la estructura de precios del biodiesel, es muy importante el peso de las materias primas e insumos con precios dolarizados-.
Darío Martínez hizo lo imposible para dar esta solución, me consta. Logró un respaldo político que sin su existencia, el mismo no hubiera sido posible, por la resistencia de los refinadores de petróleo, que venían capturando al regulador.
A partir del acuerdo, es de esperar que el segmento de la industria que abastece el mercado interno, se ponga en marcha, teniendo como horizonte, mayo de 2021, en que termina la vigencia de la Ley 26.093.
Hay que tomar en cuenta que según establece dicho acuerdo, transcripto en una resolución formal, el mandato de corte teórico bajará de un 10 a un 5 por ciento, y el precio del biodiesel aumentará inicialmente un 59,27 por ciento, cifra que representa un ajuste del 75 por ciento anual. Hay que tomar en cuenta que el precio del aceite crudo de soja -materia prima que representa entre 75 y 85 por ciento del precio total del biodiesel, según los momentos-, tuvo un fuertísimo aumento durante 2020 y además, el precio del biodiesel venía arrastrando desde antes, un enorme retraso, que erosionó la rentabilidad de la industria, llevándola a un paro indefinido.
Si tomamos en cuenta los precios del gasoil en surtidor antes de este acuerdo -que computaban un contenido de biodiesel del 10 por ciento, al precio fijado por la Secretaría de Energía en octubre pasado-, el impacto que debería tener este ajuste de precio y reducción de corte del biodiesel, sería de 1,77 por ciento aproximadamente.
No obstante hay que estar atentos porque los refinadores de petróleo pueden ajustar mucho más en surtidor, dado que vienen sosteniendo que tienen un atraso de precios superior al 10 por ciento. Además, a partir del próximo 16 de enero, debe subir nuevamente la alícuota del Impuesto a los Combustibles Líquidos y el CO2.
Esperemos que como en otras ocasiones, no carguen al biodiesel, responsabilidades que no tiene en la formación de precios.
Agrego a lo expresado antes, que en el acuerdo se establece un aumento progresivo en pesos del biodiesel hasta mayo próximo, coincidente con el vencimiento de la Ley 26.093, cuya prorroga tratará Diputados el próximo 20 de enero, luego de la primera sanción otorgada por el Senado. Sin embargo, sabemos que los precios del gasoil en surtidor irán subiendo en función de la evolución del tipo de cambio y del barril Brent, más una porción para recuperar el atraso que exteriorizan los refinadores de petróleo. Por lo tanto, para ver el impacto que tendrán los posteriores aumentos del biodiesel pactado, como así también, la suba de corte para llegar a B10, tendremos que tener los nuevos precios previos del gasoil.
Tomemos en cuenta que inicialmente le corte se reduce al 5 por ciento, por lo que disminuye significativamente las cantidades a distribuirse como cuota a los distintos productores de biodiesel involucrados en el acuerdo, hecho que es relevante y mantiene la debilidad de la economía de esta industria.
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