Cada vez son más los empresarios argentinos que buscan comprar Estaciones de Servicio en Uruguay

Durante los últimos meses hubo una migración de empresas de Argentina que se fueron a radicar a Uruguay en busca de mayor estabilidad y, por supuesto, mejoras en la rentabilidad.

Es que Argentina hace mucho que no crece. Se encuentra sumergida en una crisis económico-financiera desatada en 2018 que con la llegada de la pandemia apuró las decisiones de algunos empresarios de irse del país.

Ante esta tendencia, según pudo saber surtidores.com.ar, en el sector estacionero empezaron a haber consultas sobre cómo se está comportando el mercado en Uruguay.

En diálogo con este portal de noticias, Daniel Añón, presidente de la Unión de Vendedores de Nafta (UNVENU), corrobora que esto es efectivamente así. “Sabemos que hay interesados en comprar Estaciones de Servicio en Uruguay, pero hasta el momento no tenemos noticia de que se haya concretado un negocio”, afirma el dirigente.

A Añon le llama la atención que en tantas décadas dentro del sector de expendedores de Uruguay en este último año se han intensificado las consultas, “como nunca”, enfatiza. “Están interesados en comprar la propiedad, no sólo la llave”, agrega.

Sin embargo, el titular de UNVENU explica que las condiciones no son las mejores para adquirir una boca de expendio.

Señala que la llave de cualquier Estación de Servicio que venda alrededor de 250 mil litros, con minimercado y lavadero, cuesta entre 850 mil y un millón de dólares. “No es dinero que pueda tener cualquier argentino”, observa.

En contraposición, advierte que los márgenes de rentabilidad alcanzan “sólo como para vivir dignamente”.

Añon cuenta que esto se debe a que el mercado uruguayo está “totalmente regulado” por ANCAP, que fija precios de los combustibles a las distribuidoras, quienes abastecen a las Estaciones de Servicio.

De hecho indica que la actividad está tan controlada que está prohibida la apertura de nuevas bocas de expendio.

No obstante, señala que el Gobierno está evaluando desregular el mercado a través de una Ley que está en proceso de reglamentación, la cual podría elevar los márgenes de rentabilidad de los estacioneros.