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En Rosario de
Los sujetos habían montado un sistema de bombeo en una lomada ubicada cerca del cruce de las rutas nacional 9 y provincial 25. Pinchaban el caño durante las horas que transportaba gasoil, introducían una manguera y luego succionaban el hidrocarburo hacia una cisterna de
Los efectivos los descubrieron cuando abandonaban la zona del ilícito arrastrando el tanque pero los alcanzaron en una finca ubicada en el sur de la ciudad termal. Allí detuvieron al encargado, José Castillo, junto a su socio, Javier Ponce, quienes fueron puestos a disposición del juez de Instrucción Formal 2, Mario Dilascio.
Se cree que venían actuando desde hace tiempo y que vendían el combustible en las fincas de la zona sur de Salta y Norte de Tucumán y a transportistas, a menor valor que el de mercado.
Para robar combustible es necesario tener información precisa de los horarios -que jamás son los mismos y se manejan en base a códigos secretos- de transporte, ya que por el ducto también bombean gas y naftas, de alta volatilidad.
Vale recordar que pocos días atrás, una situación similar originó una tragedia en México cuando la explosión de un oleoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), dejó 28 muertos y 52 heridos en la comunidad de San Martín Texmelucan, en el estado de Puebla.
En aquel país, en los últimos años se ha multiplicado este tipo de modus operandi de los delincuentes, llegándose a detectar en promedio una toma clandestina cada tres días. Las pérdidas por esta modalidad delictiva (en México la llaman la “ordeña clandestina“), se estiman en al menos unos 800 millones de dólares anuales.
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