Tecnología antiflama
Tras un largo conflicto entre los directivos del departamento de Bomberos y tras arduas gestiones con los funcionarios provinciales y municipales, los expendedores de Salta sientan un precedente en materia de control del fuego en los establecimientos de combustibles.
Desde hace un mes, las operadoras de combustibles de la provincia de Salta, cuentan con el visto bueno de las autoridades estatales, para lograr la habilitación anual de las bocas de expendio, que fue eje de discusiones durante varios años.
Sucede que por iniciativa de la Cámara de Expendedoras de Salta, CESECA, el sector alcanzó la solución a una disputa por exigencias relativas a las instalaciones que los bomberos de la provincia exigían como condición para firmar los permisos.
“Se pudo solucionar el diferendo gracias a que todos los actores implicados en estos debates entendimos que la aplicación de la tecnología antiflamas que utiliza la industria aeronáutica resultó la más económica y eficiente”, dijo a surtidores.com.ar, el ex presidente de la entidad, Ricardo Stella.
El dirigente recordó que las acciones comenzaron durante el período de su gestión al frente de la comisión directiva, pero que siguieron por un tiempo extenso, que implicaron, negociaciones, simulacros de incendios, capacitaciones y acuerdos con los gobiernos y las fuerzas de seguridad.
“Afortunadamente logramos que todos asumieran que un equipo contra incendios de combustibles de los que se aplica en los aeropuertos, con probada eficacia y rapidez de respuesta, que aplaca la llama automáticamente al solo contacto de la espuma con el foco ígneo, es la mejor alternativa de seguridad para las Estaciones de Servicio”, expresó Stella.
Comparó que el implemento de última tecnología es portátil, liviano y de fácil manipulación, con un costo de 60 mil pesos, en contraste con la instalación de una estructura de agua en cada expendedora que no baja de los 3 millones y medio de pesos, a los que los estacioneros se les hacía imposible de asumir, teniendo en cuenta además que “el agua no apaga la nafta”, destacó.
El directivo adelantó que la Cámara que hoy encabeza el contador Pérez, está llevando a cabo una serie de análisis de propuestas de las diferentes empresas fabricantes e importadoras de estos matafuegos de última generación, con el objeto de lograr una compra al por mayor a través de un convenio institucional que abarate aún más los precios.
Vale recordar que desde principios del año 2018, la exigencia de la superintendencia de bomberos de la provincia era que las Estaciones de Servicio instalen cisternas de 24 mil litros de agua en sus establecimientos para poder renovar la habilitación.
Desde aquella época, la dirigencia expendedora venía alertando que “en la gran mayoría de las bocas de expendio no hay suficiente lugar físico real para instalar tanques de agua, los cuales en algunos casos deberían ser puestos sobre la superficie de la estación en lugar de enterrarlos”.
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