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Por las fuertes caídas en las ventas, hay plantas completamente paradas y son pocas las que están funcionando con cierta normalidad. Advierten que no será sencillo volver a ponerlas en marcha.
Las ventas de combustibles están cayendo en picada. Los dueños de las Estaciones de Servicio aseguran que las ventas rondan el 20 por ciento respecto al consumo previo a la cuarentena obligatoria.
Esta situación ya está impactando sobre las refinerías debido al sobrestock.
Según pudo saber surtidores.com.ar, dos de ellas ya pararon su producción. Se trata de la destilerías de petróleo que opera Raízen (concesionaria de Shell en Argentina) ubicada en Dock Sud y la que YPF tiene en Huincul.
La petrolera estatal además tiene funcionando al mínimo su planta de La Plata. Corre con mejor suerte con la refinería que tiene ubicada en Luján de Cuyo, Mendoza, que estaría operando al 70 por ciento de producción.
El complejo industrial que está activo en porcentajes similares es la que Axion tiene en la localidad bonaerense de Campana.
En diálogo con este medio, voceros de Puma Energy afirmaron que están “bajando la carga” de la refinería que la empresa tiene en Bahía Blanca. “Estamos haciendo todo lo posible para aguantar”, admitieron ante esta situación adversa.
Aunque en una escala mucho menor, la que hasta el momento está saliendo indemne es RefiPampa. “Estamos al 100 por ciento de la capacidad instalada”, confía a surtidores.com.ar un alto directivo de la compañía.
Amerita esta excepción a dos cuestiones: la facilidad de pago que la petrolera está concediendo a sus proveedores y al tamaño de la destilería, que no es tan grande en comparación a otras que hay en el país.
Consultado sobre la situación general del sector, Cristian Folgar, ex Subsecretario de Combustibles de la Nación, razona: “En la medida que no haya ventas de combustibles es bastante lógico que las refinerías hayan llenado los almacenajes y tengan que empezar a parar”.
Explica que este parate traerá viento de cola ya que no será sencillo volver a poner en marcha estas plantas. “Hay todo un procedimiento técnico de parada y arranque, donde hay que respetar protocolos de seguridad y operativos que es muy costoso para las empresas”, indica el especialista.
En cuanto a un pronóstico, Folgar se sincera: “Lo único que no se puede hacer en un contexto de pánico son proyecciones”. “Todo va a depender de las medidas que tome el Gobierno, porque no es lo mismo todo abril en cuarentena, a que se extienda a mayo, o a que el procedimiento preventivo termine en diciembre”, remata el ex funcionario.
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