Efecto congelamiento
En diálogo con surtidores.com.ar, un referente de la actividad pyme que se dedica tanto al expendio minorista como el mayorista, consideró que el Gobierno debería evaluar la posibilidad de mantener el subsidio al gasoil y liberar los demás productos.
El expendedor de la Ciudad de Paraná, Fabrizio Díaz, se mostró expectante por lo que pueda llegar a ser el rumbo del Estado relativo a la nueva ley de hidrocarburos que anunciara el Presidente de la Nación durante la apertura de sesiones ordinarias el domingo pasado en el Congreso.
Sin embargo, alertó que no podrá ser posible un desarrollo del sector hidrocarburífero si no se libera el sistema de precios y los distintos cepos a la economía en general y en ese sentido, llamó a que las autoridades busquen alternativas para compensar el ahogo financiero que sufren hoy los estacioneros.
“Es muy importante que los empleados puedan tener mejores sueldos, pero se nos torna inviable afrontar los aumentos por decreto si tenemos el precio de la única variable de rentabilidad de nuestros negocios congelado desde hace más de tres meses”, dijo Díaz a surtidores.com.ar.
Por otro lado, se lamentó por la paradoja que produce este congelamiento en el sector de venta mayorista, del cual también es parte, porque afirmó que “contrariamente a la lógica, el mayorista es sinónimo de menor precio y la tendencia en materia de naftas y gasoil es completamente opuesta, porque ya hay clientes a los que se nos complica explicarles las causas por las cuales a pesar de comprar directamente el gasoil y en grandes cantidades, no pueden tener mejor precio que en una Estación de Servicio y tampoco un plazo de financiamiento razonable”.
En ese caso, informó que tampoco dichos clientes pueden abastecerse en su expendedora, porque provocarían un quiebre de stock inmediato, a causa de la necesidad de las empresas de transporte de grandes volúmenes de combustible.
Por otra parte, aseveró que “a estos inconvenientes se suma el problema de las altas tasas de interés, para cheques de cuentas corrientes que no superan los 15 días de plazo”, cuando históricamente, hasta antes de los desbarajustes de precios y la devaluación, los compromisos de pago eran a 30, 60 o 90 días”, comentó el expendedor.
A pesar de todas las dificultades, el empresario pyme sostuvo que “seguimos invirtiendo en renovar la imagen y la estructura de la Estación de Servicio, aún a costa de perder capital de trabajo, porque no podemos dejar de mantener el valor agregado “, finalizó.
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