Advierten que con el control de precios, las Estaciones de Servicio se convirtieron en el sector más perjudicado de la cadena

“La gran mayoría de las 4800 empresas del downstream, pertenecen a pymes familiares que son las mayores afectadas por las políticas de precio en los combustibles líquidos, con lo cual, tienen menos posibilidades de amortiguar el freno a los precios que las petroleras”, afirmó a surtidores.com.ar el consultor Cristian Bergmann.

Agregó que “la realidad pasa por la gran duda sobre la marcha de los acontecimientos a partir del 14 de noviembre, que afectará directamente a las Estaciones de Servicio”, aunque adelantó que “seguramente habrá un descongelamiento intermedio”.

El especialista sostuvo que “de la descomposición del 55 por ciento del costo del producto, sumado el 35 de los impuestos, a las expendedoras independientes solamente les queda un 10 por ciento de cada litro vendido para asumir los costos fijos de mantenimiento del negocio”.

Por otra parte, aseveró que el aumento autorizado recientemente a pesar del decreto de congelamiento no resulta suficiente para corregir los problemas de rentabilidad que enfrentan los estacioneros.

Justificó esta afirmación en el hecho de que “las operadoras minoristas de combustibles, son el eslabón más débil de la cadena” y aseguró que  “lo que más complica son las ventas realizadas con tarjeta de crédito que se acredita a los 10 días hábiles, provocando la pérdida de capital de trabajo, al tener que reponer su producto a un precio distinto al vendido”.

El especialista diagnosticó que “en el mismo momento de la implementación del congelamiento, los expendedores debieron asumir el aumento de los costos salariales de las últimas paritarias, como así también, el incremento causado por el aumento de las tarifas eléctricas y los insumos dolarizados”.

Finalmente expresó que “la limitación de abastecimiento a las Estaciones de Servicio decidido por las petroleras, a la cual se agrega la baja del consumo, atentó de manera directa contra el punto de equilibrio de los expendedores, especialmente aquellos que solamente se dedican a la venta de naftas y gasoil, y no tienen la posibilidad de subsidiar las pérdidas con la venta de GNC”, sentenció.