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Las tiendas de conveniencia de las expendedoras de combustibles también sufren los efectos de la recesión y la devaluación de la economía. Advierten que dejaron de ser la rueda de auxilio como sucedía en otros tiempos de caída en el consumo de naftas.
El Presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de Santiago del Estero, comunicó nuevos datos referidos a la debacle que el comercio expendedor está asumiendo como consecuencia de la falta de dinero en el consumidor.
“Hay un impacto negativo en el nivel de consumo en las tiendas de conveniencias, debido a la caída del poder adquisitivo de los ingresos de la población media, que suele ser la clientela de este tipo de productos anexos a la venta de combustibles”, dijo Pedro Llorvandi a surtidores.com.ar.
Detalló el dirigente que los asesores de la entidad que preside calcularon en un 20 por ciento la baja interanual, lo que disparó el alerta entre los empresarios, situación que se asocia a la preocupación por los aumentos de los costos y el advenimiento de las paritarias.
“El hecho se agrava cuando se relaciona la integralidad del conjunto de unidades de negocios de cada operadora para calcular la rentabilidad perdida tras casi 12 meses de caída en la brecha de ventas de combustibles”, afirmó.
A la vez, el directivo llamó la atención porque en el caso de las estaciones blancas que atraviesan graves problemas de suministro de naftas y gasoil – y que para en la CEPASE constituyen el 25 por ciento del padrón – la actividad en los minimercados que otrora significaba un subsidio ante las pérdidas y una forma de mantener la relación con los clientes, se va desvaneciendo por la falta de demanda.
En ese mismo sentido, Llorvandi agregó que en la medida que el bolsillo de la gente siga menguando, se acentuará el mínimo consumo como lo son el café, alguna factura y muy pocas golosinas, como también los paquetes de cigarrillos, que en ese ítem, no dejan ningún tipo de ganancia.
“Este mix de cuestiones implosionan el día a día de nuestros asociados que se acercan a nuestra sede con la angustia de no saber cómo implementar alternativas contra el riesgo permanente de quebranto por no poder asumir los sueldos ni las tarifas de servicios públicos”, finalizó el empresario.
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