Por baja competitividad, ANCAP bajó costo de combustible JET A1

La pérdida de la ruta Montevideo – Bogotá desde el pasado viernes 1ro. de marzo de la compañía AVIANCA, así como la decisión de la brasileña GOL de cortar sus vuelos a Porto Alegre (ese avión lo pusieron a cubrir San Pablo – Quito), ha despertado cierta preocupación en los gremios que agrupan a las compañías aéreas que tocan suelo uruguayo, que aseguran hay una pérdida de atractivo por parte de éstas, frente a otros aeropuertos internacionales.

Las gremiales atribuyen una parte importante de este problema al alto costo del combustible para los aviones, cuyo precio marca la estatal ANCAP.

A la notoria pérdida de pasajeros en nuestra principal terminal aérea en 2018 de un 1 por ciento,  se le sumó la mala noticia de  la baja del flujo de pasajeros en el mes de enero, que  marcó una retracción de casi un 3 por ciento (según datos de la Dirección Nacional de Migraciones).

BAJA COMBUSTIBLE JET A1

Estas realidades, a las que las autoridades no son ajenas, tuvieron su respuesta por parte de ANCAP que en acuerdo con la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) tomó la decisión de reducir a partir del pasado 1ro. de enero, los costos de los combustibles con el compromiso ante la referida asociación, de aumentar la previsibilidad a la hora de marcar los precios.

Hasta diciembre ANCAP marcaba un adicional sobre el precio internacional de la nafta JET A1 de un dólar por galón de combustible (casi 4 litros), cifra que fue reducida a la mitad, con un sobreprecio de 50 centavos de dólar por galón respecto al precio de referencia del Golfo de México.

Como dato importante, cabe señalar que el combustible afecta en promedio en un 30 por ciento la cadena de costos de una aerolínea.

ALTOS IMPUESTOS PARA PASAJES, TAMBIÉN INCIDEN

Por su parte el Directorio de ANCAP –que ve con preocupación este asunto- no atribuye el costo del combustible como el único tema que afecta la competitividad de las aerolíneas que operan en Uruguay.

Por ejemplo los altos impuestos y tasas que se cobran en Uruguay a los pasajes emitidos en el país, tienen un efecto sobre la competitividad del producto que las compañías aéreas ofrecen.

Para un pasaje “ficticio” de US$ 500, para alguien que lo adquiere en Uruguay paga US$ 88,26 entre impuestos y tasas. Esta cifra en Brasil es de US$ 32,3 y en  Paraguay llega a los 49 dólares.