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El ex número 2 del Ministerio de Energía y Minería, desplazado por Juan José Aranguren con quien no compartía su criterio de conducción, afirma que “el mercado minorista de combustibles perdió el orden”. Propone limitar la participación de las refinadoras con estaciones propias para generar mayor competencia.
Hace poco más de un año, el hoy ex Secretario de Recursos Hidrocarburíferos, José Luis Sureda, presentaba su renuncia indeclinable al entonces Ministro de Energía, Juan José Aranguren. “La distancia entre mis convicciones y su estilo de conducción llegó a ser tan grande que me enfrenté a un dilema de hierro. O mis convicciones o su autoritarismo“, le espetaba en la carta que le envío para explicar su alejamiento del cargo.
Las diferencias con el ex Shell no solo se acotaban a su modo de proceder. Ambos discrepaban en la manera de encauzar el errático destino energético del país, especialmente en lo referido al mercado de los combustibles, el cual estaba bajo la competencia de Sureda.
Hoy, el ex funcionario también disiente con las políticas que lleva adelante la actual gestión a cargo de Javier Iguacel. “No estoy de acuerdo con la liberación de los precios en estas condiciones”, manifestó a Surtidores.com.ar. “Me parece que genera desequilibrios hasta desde el punto de vista geográfico y en un mercado minorista que perdió el orden”.
Sureda señalo al respecto: “Aunque se que hay opiniones en contrario, para mi estaba claro que el crudo iba a aumentar. Basta con mirar la evolución de los stocks comerciales, que fueron achicándose de modo monótono. Mire a Trump, a Irán, a Libia, a Venezuela y si el combo no le sugiere aumento de precio, usted es un optimista incurable”.
¿Considera que los precios de los combustibles están desactualizados?, lo consultó este medio. “Tal vez sea el dólar el que está demasiado actualizado. A mi me llama la atención lo súbito de esta crisis, que es bastante parecida a una fuga de capitales”, sugirió.
“¡¡Si esto no es mala praxis, que capacidad para cometer errores!! No entiendo las marchas y contra marchas, y todo esto va al dólar. ¿Es `este dólar´ el que debe marcar los precios? Creo que no”, opinó quien fuera Vicepresidente Comercial de Pan American Energy durante ocho años.
En ese orden de ideas, Sureda se mostró contrario a la participación de mercado que ostenta YPF como reguladora del mercado. “Me parece exagerada e inconveniente para los intereses de YPF. Es el resultado de las otras grandes operando como free raiders. Y esto amerita que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia intervenga”, puntualizó.
Para contrarrestar esta posición, se manifestó a favor de una Ley que ordene la comercialización de combustibles. “Creo que los consumidores y las Estaciones de Servicio la necesitan. Y también las petroleras”, afirmó.
En este contexto, ¿Qué medidas propondría para dotar al mercado de mayor competencia?, insistió Surtidores. “Sin dudas limitar la participación con estaciones propias de las refinadoras en la oferta”, concluyó Sureda.
Si me permiten quisiera complementar algo de lo que el exsecretario J.L.Sureda expresó.
Él se mostró contrario a la participación de mercado que ostenta YPF como reguladora del mercado y Surtidores preguntó más tarde ¿Qué medidas propondría para dotar al mercado de mayor competencia?
Sin dudas limitar la participación con estaciones propias de las refinadoras en la oferta”, concluyó Sureda.
Yo estoy de acuerdo con la conclusión de Sureda, pero hay que decir que esa limitación es necesaria pero no es suficiente. Las estaciones propias de YPF no son el problema núcleo, la participación de mercado y su posición dominante lo es.
YPF Ostenta entre el 55 y 60% de mercado dependiendo del producto, le siguen Shell con 15 al 20% y Axion con el 12-17% Según sea el producto/canal Público.
Es decir el mercado está concentrado en 3 jugadores en un 90% promedio.
Desde el punto de vista de defensa de la competencia esto es inaceptable.
YPF fue mal privatizada, esa fue la oportunidad, debieron dividir la empresa en varias partes y la CNDC y la justicia y el congreso deberían hoy impulsar un cambio al estilo del Senador Sherman impulsor de la ley que lleva su nombre y fue la base para desmantelar el pulpo que fue la Standard Oil.
Esto daría un beneficio muy importante al consumidor y al país.
Como propuesta digo que habría que separar las 3 refinerías en compañías independientes y la red de comercialización al Público debería dividirse en 3 o 4 y solicitar a todos los comercializadores que adecuen su tamaño a no más del 10% o máximo 15% de share en número de EESS. Y limitarlo también por geografía. Un máximo share por provincia para evitar concentración en algunas provincias. Y además limitar la proporción de EESS propias al 15-20% suficiente para marcar tendencia de imangen/marca/operación y no tan grande como para perjudicar a la red de 3ros.
Estimado Fernando, conceptualmente estoy de acuerdo con Usted. Es así. Pero el mercado argentino es relativamente pequeño, digamos 500.000 barriles por día. Con la escala económica actual, bastaría con una refinería grande para satisfacerlo. YPF tiene Huincul, por ejemplo, que hoy en día es poco mas que una planta piloto colocada lejos de puertos. Nadie hoy instala una refinería lejos de un puerto. Es decir que YPF, y en consecuencia nuestro país, tiene problemas estructurales muy importante en lo que respecta a costos de logística d crudo y productos, y en lo que hace a tamaño económico. Cualquier otra empresa también los tendrá. El Estado tiene el “control” de la YPF, y esto tiene un valor relativo porque YPF cotiza en New York y está sometida a SEC. A mi me parece, y lo digo consciente de que no soy el dueño de la verdad, que el Estado debería utilizar a la CNDC para evitar prácticas oligopólicas. Vender a YPF no sería un buen negocio hoy, y terminar de estatizarla tampoco (para los argentinos). En cambio, se podrían vender activos upstream, en la medida que esto fortalezca las finanzas de YPF, cosa sobre la que no estoy seguro. Pero YPF podría salirse de negocios que le son ajenos y concentrarse en producir. En fin, hay mucho para pensar y discutir sobre estas cuestiones. Pero primero tenemos que matar la crisis, digo la tormenta, para salir del minuto a minuto. Entonces tendremos claridad para tomar decisiones que supongan cambios estructurales. Agradezco la oportunidad de intercambiar opiniones. Saludos
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