Las autoridades asumen el riesgo que para los estacioneros representan los motochorros

El Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires comunicó a surtidores.com.ar que “desde el mes de septiembre de 2017 se incrementaron los controles de motos realizados conjuntamente por la Policía de la Ciudad y el Cuerpo de Agentes de Tránsito, lo que hasta la fecha, se secuestraron 5.272 motovehículos y 174 fueron compactados”.

De esta manera, se comenzó a darle cumplimiento a lo que había prometido el Ministro del área, Martín Ocampo cuando adelantaba que ni bien estuviese reglamentada la norma, para que el Decreto 171/2017 se ponga  en marcha,  serían los agentes de control gubernamental, los encargados de inspeccionar si las bocas de expendio acatan la ley para negarse a despacharles a aquellos motociclistas sin casco ni chaleco refractario.

Fue por ello que esta semana, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta visitó la Playa de Vehículos Judicializados de Villa Soldati donde se realizó la compactación de motos secuestradas en diversos procedimientos realizados. Del evento también participaron Marcelo D´Alessandro, Secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires; el Secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez: y el Subsecretario de Seguridad Ciudadana, Juan Pablo Sassano.

“La Policía de la Ciudad, en conjunto con el Cuerpo de Agentes de Tránsito realiza 56 controles diarios en distintos puntos de la ciudad, elegidos a partir del mapa del delito, la migración interna y la demografía de cada barrio. Como resultado de estas tareas se controlaron 129.700 motos, de las cuales 5.400 fueron secuestradas”, dijo a surtidores, D´Alessandro, quien decidió transmitir tranquilidad a los expendedores al ser consultado por el caso específico que preocupa profundamente al sector de Estaciones de Servicio.

“Todas las motos secuestradas que se encuentran en el predio son producto de, haber reforzado y mucho, los  controles en la ciudad” resaltó el Jefe de Gobierno y con él coincidió el secretario quien comunicó el objetivo de integrar al plan de seguridad de la ciudad a las bocas de expendio de combustibles, principales víctimas de los motochorros.

“Hoy estamos compactando 28 motos que se suman a las 146 ya comprimidas y estamos en condiciones de continuar con unas 120 más“, explicó.

Todos los rodados que no son reclamados por sus dueños, cumplidos los plazos de 60 días que marca la ley, son compactados y el dinero recaudado de la venta de chatarra producida es donado a entidades benéficas. “Con esta compactación preservamos de alguna manera el medio ambiente y el  producido de la destrucción se dona a la Fundación Garrahan y también a otras entidades de salud pediátrica“, explicó Sassano.

Finalmente, las autoridades de seguridad, comentaron que la idea de estos programas es crear una ciudad más segura, complementando estos controles móviles con  las cámaras de seguridad desplegadas por toda la ciudad y el programa “Anillo Digital” que identifica a los rodados que ingresan y egresan del territorio porteño.