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En julio las ventas de combustibles al público se mantuvieron en alza de acuerdo a un relevamiento difundido por el Ministerio de Energía. Los productos Premium impulsaron el crecimiento de la demanda, en contraposición con el consumo de gasoil G2 que no se recupera
Tras un junio que no dio buenas señales, la demanda de combustibles al público en el segundo semestre arrancó con fuerza pese al aumento de precios del 7 por ciento en las naftas y 6 por ciento al gasoil que comenzó a regir desde el primer minuto del mes de julio.
Según un informe del Ministerio de Energía de la Nación, el consumo interanual en las Estaciones de Servicio durante ese período superó en un 6.54 por ciento al de 2016, totalizando 1.375. 537 metros cúbicos, contra 1.291.017 del año anterior.
Los productos Premium fueron nuevamente los impulsores del crecimiento de la actividad en los surtidores. Tanto la nafta como la versión diesel escalaron 22.3 y 23 por ciento respectivamente, marcando un nuevo record de volumen despachado.
La súper por su parte también creció 2.85 por ciento mientras que el expendio de gasoil Grado 2, termómetro de las actividades productivas, disminuyó 2.9 por ciento.
De acuerdo a la visión de los especialistas, la demanda continuará en expansión de la mano del desarrollo del parque automotor, y en ese sentido también la preferencia por la motorización naftera, tal como revela un estudio de la Asociación Argentina de Fábricas Argentinas de Componentes, el cual precisó que en 2016, el 80,6 por ciento de los vehículos que se sumaron a las rutas y calles argentinas provenían de esa matriz.
En cuanto a las empresas, YPF se mantiene al tope de la preferencia de los consumidores con el 55.2 por ciento de market share (56.2 en 2016), seguida por Shell con el 20.3 (18.8); AXION Energy, 12.3 (12.8); Pampa Energía, 5.3; Oil Combustibles, 3.5; Refinor 2.3 y Trafigura, 0.8 por ciento.
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