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Al tiempo que la modalidad sin personal va extendiéndose cada vez en más países, se implementan nuevas normativas para garantizar la seguridad en el expendio. Los defensores de este sistema aseguran que la presencia de empleados no brinda más protección a los consumidores
Autoservicio si, autoservicio no; la disyuntiva sobre la atención personalizada en las Estaciones va extendiéndose cada vez en más países creando un conflicto de intereses entre los empresarios y los gremios de trabajadores. De uno y otro lado justifican su postura: un considerable ahorro en los salarios del personal y desde la posición opuesta, la posibilidad de garantizar miles de puestos de empleo en nombre de la seguridad en las operaciones.
La desatención es un modelo consolidado en Europa y Estados Unidos, mientras que en el resto del planeta las bocas de expendio cuentan con operarios que asisten a los consumidores. Quienes defienden este modelo aseguran que es una actividad riesgosa y que sin personal capacitado los accidentes podrían ocurrir en cualquier momento.
Sin embargo, en España donde más de 500 expendedoras desatendidas conviven con cerca de 11.000 con empleados, una nueva normativa aprobada por el Consejo de Ministros dispuso que desde ahora deberán contar con un interruptor de parada de emergencia que permita el corte de corriente, además de cámaras de seguridad y conexión a una central receptora de alarmas.
La Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae) ha recibido con satisfacción esta normativa “porque la llevábamos esperando varios años”, declaró su presidente, Manuel Jiménez. El directivo subrayó que, contrariamente a lo que puedan pensar muchos consumidores, la presencia de personal “no da más seguridad; es lo que sucede, por ejemplo, en una central nuclear”.
EN ARGENTINA NO
El sistema ha sido vedado en la mayoría de las provincias. En Buenos Aires, por dar un caso, la Ley 13.623 prohibió el funcionamiento de surtidores en las Estaciones de Servicio que expendan combustibles líquidos o gas natural comprimido que sean operados por el propio consumidor o por personal ajeno a la dotación de las mismas.
Según la legislación, todas las existentes y las que se habiliten en el futuro, deberán estar atendidas por empleados, especialmente capacitados en el rol de incendios y en la aplicación de las normas de seguridad para el expendio de naftas o gasoil. Asimismo deberán adquirir todas las capacidades necesarias para actuar en situaciones de emergencia.
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