Más caro cuanto más lejos de la General Paz
Entre la Ciudad de Buenos Aires y Rosario o Córdoba, la disparidad en el surtidor del litro de nafta Súper supera el 10 por ciento mientras que el contraste se estira con otras localidades del interior. El Gas Natural Comprimido vuelve a ser la mejor opción para contrarrestar la suba
La suba del 7.2 por ciento en el litro de nafta y del 6 por ciento en el gasoil también disparó la diferencia de precios entre provincias. En Buenos Aires la súper pasó a costar 19,72 pesos por litro la nafta premium a 22,28 pesos en YPF y Axion, mientras que los mismos productos en Córdoba cotizan a 22.08 y 24.15 respectivamente.
Esta discrepancia del 10 por ciento en la variedad de nafta de 95 octanos, se estira aun más en localidades del interior profundo. En Corrientes por ejemplo, la súper escaló a $22.65 y la de mayor calidad $ 24.80 en las Estaciones de Servicio YPF, en tanto que en Shell el mismo producto cuesta $ 26.25.
Este diferencial de precios justificado por las compañías en el costo del transporte y en el diferencial impositivo entre las distintas jurisdicciones provinciales fue abordado en diversas oportunidades por diversos legisladores, que exigen la unificación nacional de los valores de los combustibles.
Las propuestas establecen un mecanismo para solucionar la problemática en forma definitiva estableciendo condiciones de competencia y transparencia en el mercado de los hidrocarburos que beneficien a los consumidores.
Una de ellas, la del ex Diputado Alberto Aseff, señala que se ha instalado una ominosa situación: en el interior es más caro, lo cual es un contrasentido mayúsculo y sobre todo apuntala una inconveniente concentración demográfica y económica en el área Metropolitana.
Sin embargo hasta el presente nada ha cambiado en la conformación de las pizarras. Cuantos más kilómetros uno se aleja de la Ciudad de Buenos Aires más caros cuestan los combustibles, a excepción de las provincias patagónicas, subsidiadas por una Ley que las exime del ITC.
MÁS BRECHA CON EL GNC
Con los actuales valores de los líquidos, el contraste con el GNC vuelve a ser notable. En Rosario, por caso, entre ambos combustibles hay 10 pesos de diferencia, una distancia que sin dudas volverá a impulsar la preferencia por el gas vehicular.
Esta diferenciación opinan en el sector, permite a sus usuarios ahorrar más de 1 peso por kilómetro en promedio, una cifra importante que permite absorber incrementos, principalmente de servicios y hasta de la misma canasta básica.
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