Opinión: “2016 deja un saldo negativo”

Mucho se esperaba del Gobierno de Mauricio Macri en el sector de los hidrocarburos tras doce años de gestión kirchnerista, especialmente por las expectativas que generó la designación del ex presidente de Shell,  Juan José Aranguren, al frente del Ministerio de Energía.

Sin embargo para los expendedores, el escenario no se modificó sustancialmente a pesar de que los combustibles por sus constantes aumentos de precio, dominaron las portadas de los medios durante el primer semestre del año.

Oscar Díaz, experimentado empresario y actual Secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina, sostiene que “haciendo un balance  considero que el corriente año ha sido negativo para el sector, ya que una vez más los costos operativos, particularmente los salarios, se han incrementado muy por encima de los ingresos”.

El estacionero explica que el litro de naftas y gasoil subió en promedio un 30 por ciento en tanto que los sueldos del personal treparon el 42 y 46,3 por ciento según la zona. “Esto obviamente tiene un fuerte impacto negativo sobre nuestra rentabilidad”, afirmó.

Díaz agrega que “ha habido por otra parte una disminución de las ventas con relación al año anterior lo cual también ha impactado en la utilidad”.

Sin embargo destaca como dato positivo “que algunas empresas petroleras han implementado incentivos por ventas, lo cual ha atenuado en parte el impacto negativo del incremento de los costos”.

También resalta la gestión de las nuevas autoridades del área. “Hay predisposición al diálogo; en todas las oportunidades en que hemos solicitado audiencia se nos ha atendido y escuchado, lo cual difiere sustancialmente de lo que ocurría con las anteriores autoridades”.

El directivo de CECHA vaticina no obstante que 2017 no se presenta promisorio, “ya que todo hace prever que nuevamente el precio de los combustibles tendrá un comportamiento negativo con relación a los precios en general y particularmente los salarios”.