Estacioneros insisten en la imposibilidad de afrontar el pago de un Bono de fin de año

El actual Secretario de Asuntos Institucionales de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la Argentina, Ricardo Stella, alertó a surtidores.com.ar que “en las actuales condiciones que atraviesa el sector, se torna imposible hacer frente a un hipotético bono de fin de año para los empleados de estaciones de servicio”.

Al respecto, recordó el dirigente que “además del anterior incremento salarial acordado para la primera parte del año, se pactó en ese mismo momento una suma fija de mil pesos dividida en 4 cuotas desde octubre hasta enero, para la obra social y aún existe una gran incertidumbre por las negociaciones paritarias por el segundo período”.

Admitió también que “un posible aumento del precio de los combustibles líquidos, tiene una doble cara ya que puede ser una ayuda para mejorar la rentabilidad y cumplir con el pago de las nuevas escalas salariales que aún falta concretar, pero por otro lado, podría provocar una caída en las ventas”.

Stella precisó que este hecho se vio manifestado luego de los últimos incrementos en el surtidor que alcanzaron el 31 por ciento y derivó en una retracción importante del consumo de gasoil que se reflejó en todo el país y por el lado de las naftas, una merma que recién comenzó a tener una leve mejora el mes pasado.

El directivo recalcó que en una estación es complicado reducir los costos fijos, porque se debe prestar el servicio adecuadamente, además por la inseguridad se hace fundamental la necesidad de conservar una buena iluminación y el mantenimiento de los equipos es cotidiano.

“Estamos analizando cuál va a ser el impacto de los costos en este nuevo acuerdo salarial y por otro lado estamos a la espera que se hagan efectivos particularmente en la provincia de Salta dos aumentos de tarifas eléctricas entre octubre y noviembre que alcanzarán un total de un 15,5 por ciento”, expresó el estacionero.

En ese caso, recordó que esto influirá directamente en el negocio del GNC que si bien se vio parcialmente aliviado por la baja del gas en boca de pozo, deberá cargar con el incremento de un servicio esencial para el funcionamiento de los compresores que son “electrointensivos” y demandan potencias de entre 125 y  150 caballos.

Finalmente y con estos argumentos, Stella justificó el hecho de que en la región la baja del producto en boca de pozo no trajo aparejada una reducción del precio del GNC al consumidor y se mantuvo en un promedio de 11 pesos el metro cúbico.