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Los Países Bajos, Noruega y Alemania entre otros, están planteando prohibir la venta de autos que funcionan a combustibles fósiles, con el objetivo de bajar la emisión de gases de efecto invernadero y así cumplir con los compromisos ambientales asumidos en las conferencias internacionales.
En el mundo, de acuerdo a datos de mercado, ya circulan 1.000.000 de vehículos propulsados a partir de energía eléctrica. Estados Unidos, Europa, Israel y parte de Asia, están dando pasos firmes en esta dirección, al punto que en 15 años podrían realizar el cambio de paradigma, enfrentando con fuerza el lobby petrolero.
En nuestra región, como suele ocurrir cuando de tecnología se trata, el proceso viene demorado. De hecho, Mariano Luis Jimena, Secretario General del Consejo Directivo de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos (AAVEA) indica que hoy no es posible transitar con un rodado de estas características.
“A nivel país, el marco regulatorio para los Vehículos Eléctricos y las infraestructuras de recarga, aún sigue sin cambiar. En concreto, se conocieron un par de proyectos en el Congreso y en algunas legislaturas provinciales, pero ninguno ha prosperado aún”, explicó el dirigente.
No obstante, Jimena valora que “se nota cierto movimiento desde el Poder Ejecutivo, y esperamos novedades en breve. Desde el Ministerio de Producción de la Nación se está avanzando en un trabajo de relevamiento para identificar las problemáticas comunes y generar un plan de acción para la implementación paulatina de los vehículos eléctricos en Argentina, donde uno de los pasos principales es generar un nuevo Marco Regulatorio y una Ley de Promoción”, admite.
Mientras tanto, AAEVA ha impulsado la formación de un grupo de trabajo en la Asociación Electrotécnica Argentina (AEA) para la preparación de un reglamento de instalación de infraestructura de recarga. El secretario del grupo es el Ing. Roberto Stazzoni, coordinador de la comisión.
Primeras experiencias
Jimena explicó que “hay algunas localidades que tienen reglamentaciones u ordenanzas propias que permiten que ciertos vehículos eléctricos circulen. Esto es un por un lado un avance y sirve para lograr un efecto de contagio, pero sin duda lo que hace falta no son `parches´ regulatorios, sino modificaciones de la Ley Nacional de Tránsito (24.449) y/o de su Reglamentación, para lograr que puedan ser patentados”.
Y consideró que “también hace falta otra Ley de Promoción de los vehículos eléctricos y alternativos”.
Se imaginan el sistema eléctrico argentino si a la noche todos ponemos a cargar el auto?
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