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Tras el fallecimiento del empresario argentino del sector petrolero, Carlos Bulgheroni, los estacioneros de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina, enviaron a través de surtidores.com.ar, el pésame a sus familiares y amigos.
“Los asociados de FECRA y en especial los operadores de AXION nucleados en ella, hacen llegar las más sentidas condolencias a la familia y amigos por el reciente fallecimiento del Sr. Carlos Bulgheroni”.
Agregaron los dirigentes de la histórica Federación que hoy está pasando su proceso de normalización el deseo de que “sirvan estas líneas de ánimo y consuelo y reciban un cordial saludo en estos momentos difíciles“.
Afirmaron además que el referente petrolero era muy respetado en el ámbito de las estaciones de servicio y “provocó un gran pesar entre los colegas su partida”.
Cabe destacar que Bulgheroni mantuvo una fuerte lucha contra su enfermedad durante muchos años, dejó de existir a los 71 años de edad.
El industrial fue uno de los más importantes de la Argentina y se convirtió en protagonista del negocio petrolero de las últimas décadas junto a su hermano Alejandro. Este protagonismo lo ejerció a través del holding familiar Bridas, propietario -en la Argentina- de la compañía Pan American Energy.
Fue en 1948, cuando a su abuelo Alejandro, se le ocurrió el nombre de BRIDAS para la compañía que condujo por décadas, en honor a los anillos que se usan para unir dos caños en un sistema de tuberías mediante el montaje de pernos que atraviesan ambos lados a través de una circunferencia con agujeros.
De acuerdo a la revista Forbes, Carlos y su hermano mayor Alejandro eran los argentinos más ricos con una fortuna de 4.600 millones de dólares, en el ranking de millonarios del planeta, según publicó el medio estadounidense en marzo al ubicarlos en la posición 324.
Aunque de muy bajo perfil público, como uno de los principales empresarios del país tuvo vínculos con todos los mandatarios que pasaron por la Casa Rosada desde que se hiciera cargo de los negocios familiares a mediados de los 80, pero cuyos poderes efímeros -como todo mandato institucional- supo sobrellevar con éxito empresarial creciente.
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